Crisis en el PSOE

La oposición, contra la campaña de Díaz en el PSOE a costa de la Junta

El viaje a Bruselas busca «mejorar su imagen» y dudan de que los cargos sean compatibles

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ayer en el Parlamento andaluz
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ayer en el Parlamento andaluzlarazon

El viaje a Bruselas busca «mejorar su imagen» y dudan de que los cargos sean compatibles.

Hasta ahora, la frecuente presencia de Susana Díaz en Madrid pasaba desapercibida a ojos de los partidos de la oposición. No era un asunto específico en el que los líderes andaluces solían entrar. La presidenta de la Junta disponía de una agenda paralela a la oficial que le permitía participar en reuniones discretas, normalmente en la capital de España, para tratar asuntos internos de su partido. Recientemente, una vez que Pedro Sánchez abandonó la Secretaría general y ya con Rajoy como presidente del Gobierno, acudió a dos entrevistas en cadenas nacionales que sí fueron anunciadas dentro de su agenda de actividades, aunque el interés, tras el largo silencio público de Díaz se centraba casi en exclusiva en asuntos relacionados con la situación actual y el futuro de su partido. De aquí a que desvele su decisión de presentarse o no para optar a la Secretaría general del PSOE, esa confluencia entre lo propiamente personal y los intereses del Gobierno andaluz le acompañará en cada acto.

Eso es lo que sospecha la oposición en el Parlamento, especialmente el Partido Popular, Podemos e Izquierda Unida. Las dudas se han acrecentado aún más después de que el Ejecutivo andaluz haya anunciado un viaje de Díaz a Bruselas para la semana que viene con una agenda «del más alto nivel». Curiosamente, el principal mensaje que se ha trasladado es que la presidenta andaluza va a defender en la capital europea el fin de la austeridad «a ultranza» en las políticas comunitarias, un asunto que es competencia de los líderes nacionales. Sin ir más lejos, fue el mismo mensaje que utilizó el presidente francés Hollande durante las elecciones de 2013. No es, por tanto, un tema propiamente andaluz, por mucho que un cambio en las políticas de la Unión Europea repercuta en la región en la misma medida que lo haría en el resto de estados miembros. Ayer mismo, durante la presentación de un libro sobre el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara –en Madrid, precisamente– aludió a la necesidad de un «cambio de hoja de ruta» en la Unión Europea porque la austeridad «nos está llevando a un callejón sin salida» y la situación provoca que suban los «populismos».

En el Parlamento de Andalucía, los partidos lo tienen claro: Díaz va a Bruselas dentro de una campaña de «promoción personal». Así lo aseguró la portavoz parlamentaria del PP-A, Carmen Crespo, que aseguró que la presidenta andaluza quiere recuperar su «imagen» ante los militantes de su partido ante «la posibilidad de ser secretaria general del PSOE».

Para la portavoz adjunta de Podemos en Andalucía, Esperanza Gómez, Díaz «está de gira por las televisiones nacionales y lo siguiente es irse a Bruselas. Ahora tiene la cabeza más en una campaña para lavar su imagen después de lo que pasó con la gestora y lo que supuso la dimisión forzosa de Pedro Sánchez que en los intereses de Andalucía», aseguró.

Por su parte, el coordinador general de IULV-CA y portavoz parlamentario, Antonio Maíllo, fue más allá y advirtió de que su formación «no va a permitir» que Díaz «se dedique a utilizar recursos derivados de su ejercicio de gobierno para su promoción como secretaría general del PSOE, y lo vamos a denunciar en cada hito que haga».

Tampoco va a encontrar comprensión la presidenta de la Junta si, como aseguró el lunes en Canal Sur Televisión, llegado el caso pretende compatibilizar el cargo como jefa del Ejecutivo andaluz con el de secretaria general del PSOE. Maíllo tiene claro que tratará de hacerlo porque «no quiere dejar el poder institucional ni muerta» aunque apuntó que los andaluces no han votado a Susana Díaz para que «se dedique a pasear por el resto del país más que por Andalucía».

Desde el PP, Crespo lamentó que, para la presidenta regional, «la cabeza es la Secretaría general del PSOE y a la cola está, desgraciadamente, Andalucía».

Sobre este mismo asunto,desde Podemos también lo tienen claro: «Viendo el balance de su gestión siendo solo la presidenta de la Junta, lo demás es un poco atrevido», razonó Gómez.

El único que no aprecia inconvenientes en presidir la comunidad más poblada de España y liderar el segundo partido del país es Ciudadanos. El presidente del grupo parlamentario y portavoz de la formación en Andalucía, Juan Marín, apuntó que hay precedentes como el de María Dolores de Cospedal y que, en cualquier caso, «su prioridad» debe ser Andalucía.