Cataluña

El Govern lanza el anzuelo de unas pensiones al alza con la independencia

La Generalitat presenta un estudio que defiende un eventual sistema de prestaciones catalán pese a su insolvencia

Presentación del informe ayer en la conselleria de Economía
Presentación del informe ayer en la conselleria de Economíalarazon

La Generalitat presenta un estudio que defiende un eventual sistema de prestaciones catalán pese a su insolvencia.

A falta de apenas tres semanas para el referéndum, la Generalitat ha puesto en marcha toda su maquinaria propagandística. De los interrogantes que tradicionalmente sobrevuelan la independencia, la pertenencia o no a la Unión Europea encabeza la lista de preocupaciones seguido muy de cerca por las pensiones. Sobre lo primero, poco puede hacer la Generalitat. De lo segundo, en cambio, presentó ayer un informe para justificar que todos viviremos mucho mejor. A grandes rasgos, un sistema de pensiones exclusivo para Cataluña sería «más sólido y más viable» que el actual. Eso sí, en ningún caso dejaría de ser deficitario y, además, el Gobierno debería seguir pagando temporalmente las pensiones de los catalanes que hayan cotizado a la Seguridad Social.

«Si Cataluña fuera independiente, no sólo las pensiones estarían garantizadas sino que la sostenibilidad del sistema mejoraría», señaló ayer la consellera de Treball, Dolors Bassa, durante la presentación de estudio «Los fondos de la Seguridad Social en Cataluña, Evolución Financiera y principales indicadores que inciden en la viabilidad de las pensiones en Cataluña» elaborado con datos del Ministerio de Ocupación y la Intervención General del Estado (IGAE) y presentado conjuntamente por los departamentos de Economía y Trabajo de la Generalitat. Bassa defendió que las pensiones son un «derecho contractual de los ciudadanos», basándose en dónde han cotizado y cuántos años, y sin tener en cuenta su nacionalidad y dónde viven, por lo que la Ley de transitoriedad incluye la obligación de las instituciones de pagar a las personas que han contribuido, para el que haría falta, a la sazón, tiempo y diálogo entre las partes, añadió.

La consellera se aventuró incluso a augurar que una Cataluña independiente conseguiría revalorizar las pensiones por encima de las previsiones del Gobierno. Cabe destacar, sin embargo, que para este año la revalorización es de apenas el 0,25%. Al mismo tiempo, se mostró convencida de que Cataluña conseguirá «el equilibrio presupuestario» de la parte contributiva del sistema (representa un 90% del total, incluye las pensiones por jubilación y se financia por las cotizaciones) durante la primavera de 2018.

En el informe presentado, en 2016 el conjunto de ingresos y gastos de la Seguridad Social en Cataluña presentó un déficit de 1.308 millones, el 7,2% del total de España –que se situó en 18.096 millones– siendo un porcentaje inferior al peso del 16% de la población catalana. Los cálculos de la Generalitat, sin embargo, distan mucho de los realizados por la Seguridad Social que cifran en 4.900 millones el déficit del sistema en Cataluña y que el Govern justifica en base al uso de una distinta metodología.

Al analizar la parte contributiva de las pensiones, que es la que iene más peso sobre el total, el estudio afirma que en Cataluña el déficit se ha reducido un 72,5% de 2013 a 2016 –pasando de 2.807 millones de euros a 772 millones–. El secretario de Trabajo, Josep Ginesta, señaló que buena parte de este déficit actual corresponde a las pensiones pero que esta cifra dista mucho de los 2.807 millones de 2013, pero «se prevé que en los próximos años continúe bajando», mientras que en toda España la reducción ha sido del 56,3%, han dicho.

Fe en la seguridad social catalana

Las pensiones es un arma arrojadiza entre partidarios y detractores de la independencia. Por ello el Govern pide a sus fieles que , pese a la insolvencia de la seguridad social catalana, el balance es propicio porque factores económicos que inciden sobre los ingresos son más favorables, dado que Cataluña tiene más población que trabaja y que cotiza.