Incendios

Más incendios, menos agentes forestales

CC OO denuncia la desaparición de 30 plazas con la crisis y el Govern responde que todavía no puede reponer la plantilla

Las llamas arrasaron más de 12 hectáreas de terreno en Llançà
Las llamas arrasaron más de 12 hectáreas de terreno en Llançàlarazon

Los expertos ya han avisado: el 2016 será el año más caluroso desde que comenzaron a realizarse mediciones de temperatura, hace 150 años. Y también que Cataluña es una de las regiones europeas con mayor probabilidad de sufrir un incendio forestal de gran intensidad, junto con otras regiones como la Cerdeña o la Costa Azul, tal y como refleja el mapa elaborado por la Universidad británica de Leicester.

Ya el 2015 fue un año castastrófico en la comunidad catalana. Las altas temperaturas registradas y las bajas precipitaciones propiciaron la quema de un total de 1.602 hectáreas, principalmente en las comarcas de l’Anoia y el Bages. De los 509 incendios que se desataron en las zonas boscosas, 113 fueron intencionados y 202, debido a negligencias y descuidos humanos.

Evitar que se produzcan este tipo de desastres naturales es una de las principales tareas de los agentes rurales de Cataluña. Actualmente, este cuerpo dispone de 495 efectivos, que se distribuyen entre 40 comarcas de la siguiente manera: 130 en Lleida, 98 en Girona, 53 en las Tierras del Ebro, 56 en Tarragona, 90 en Barcelona y 67 en la comarca de Cataluña Central. La agrupación de Agentes Forestales de Cataluña de CC.OO denuncia, sin embargo, una «situación crítica» por falta de personal en «las provincias más olvidadas» de Cataluña.

La crisis, apunta, ha provocado que no se hayan repuesto las 30 plazas amortizadas durante los últimos cinco años y que se esté produciendo, como consecuencia, un progresivo «desmantelamiento del cuerpo». El sindicato critica, además, que hay otras 20 plazas que no están cubiertas por bajas, jubilaciones o excedencias, y que «se podrían ocupar perfectamente con personal interino». O, en su defecto, con la contratación de nuevos funcionarios.

Algo que no entra dentro de los planes del Govern. La consellera de Agricultura, Meritxell Serret, reconoció que para este año no está previsto aprobar ninguna oferta de ocupación pública que incluya al Cuerpo de Agentes Rurales, al menos «hasta que no entren en vigor unos nuevos presupuestos». En este contexto de contención presupuestaria, Serret reconoce que si bien este cuerpo de agentes rurales ha afrontado una disminución de la plantilla, el ejecutivo no ha realizado ningún estudio sobre la necesidad de reponerla.

Una barbacoa provoca un fuego en Llançà

Como la mayoría de los incendios forestales que se producen en Cataluña, el de ayer en Llançà (Girona) estuvo causado por una negligencia. A la una del mediodía de ayer, los Servicios de Emergencia de la Generalitat recibieron el aviso de un incendio declarado en la estación de tren de Llançà, que según el alcalde de la localidad, Guillem Cusí, pudo tener su origen en unas chispas procedentes de una brasa o de una barbacoa procedentes de una barraca, situada en una zona de huertos, cercana al lugar donde comenzaron las llamas.

Hasta el lugar, se desplazaron 25 dotaciones de Bomberos, 20 de las cuales realizaron tareas directas contra el fuego y el resto diversos servicios de asistencia. También colaboraron en las tareas de extinción agentes Rurales, de las Asociaciones de Defensa Forestal (ADF), Mossos d’Esquadra, policía local, voluntarios de Protección Civil y del Sistema de Emergencias Médicas (SEM).

Las llamas obligaron a cortar el servicio ferroviario entre Sant Miquel de Fluvià y Portbou, por lo que se ofreció un transporte alternativo por carretera. Los efectivos priorizaron sus esfuerzos en la zona más próxima a la vía del tren, para evitar que el fuego avanzara en dirección al núcleo urbano, y los Mossos desalojaron a las personas que se encontraban en la zona de los huertos y las barracas. Ninguna persona resultó herida

Fuerte viento, principal escollo

El fuerte viento que soplaba en la zona, una tramontana de hasta 70 kilómetros por hora, que en localidades como Portbou alcanzó incluso 140 km/h, fue el principal escollo para luchar contra el incendio, que finalmente los Bomberos pudieron dar por controlado alrededor de las 16.30 horas de la tarde. Como consecuencia de las llamas, más de 12,5 hectáreas de terreno fueron calcinadas.