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Francisco: «Los divorciados que inician otra relación no están excomulgados»

El Papa insiste en que se les acoja y anime, aunque añade que su situación «contradice el sacramento»

El Papa felicita a unos recién casados durante la audiencia de hoy en el Vaticano
El Papa felicita a unos recién casados durante la audiencia de hoy en el Vaticanolarazon

El Papa insiste en que se les acoja y anime, aunque añade que su situación «contradice el sacramento»

Las personas divorciadas vueltas a casar «no están excomulgadas, y no van, absolutamente, a ser tratadas como tales: ellas forman parte siempre de la Iglesia», afirmó el Papa Francisco en la Audiencia General de ayer en el Aula Pablo VI del Vaticano. El Pontífice volvió a poner así sobre la mesa uno de los temas más polémicos del Sínodo sobre la familia que se celebró el pasado mes de octubre y que sin duda generará nuevos debates en el de este año. No obstante, lo que hizo el Pontífice fue recordar la doctrina y el magisterio de la Iglesia, que nunca ha establecido la excomunión para los divorciados en nueva unión. Bergoglio invitó además a los obispos a «acogerlos y a animarlos, para que vivan y desarrollen cada vez más su pertenencia a Cristo y a la Iglesia con la oración».

El Papa retomó ayer las audiencias públicas después de un breve periodo vacacional y de muy pocas apariciones públicas. «Hoy quisiera detener nuestra atención sobre otra realidad: cómo cuidar a aquellos que, después del irreversible fracaso de su vínculo matrimonial, han comenzado una nueva unión», anunció el Papa al inicio de su intervención, a lo que añadió: «La Iglesia sabe bien que una situación tal contradice el Sacramento cristiano». No obstante, subrayó que la Iglesia tiene una «mirada de maestra» que «viene siempre de un corazón de madre». Recordando la exhortación apostólica Familiaris Consortio de San Juan Pablo II, señaló que «un corazón de madre; un corazón que, animado por el Espíritu Santo, busca siempre el bien y la salvación de las personas. He aquí por qué siente el deber, ‘‘por amor a la verdad’’, de ‘‘discernir bien las situaciones’’».

Una de las preocupaciones principales de las que habló fue del sufrimiento de los hijos pequeños en estas familias. Ante ello, «vemos aún más la urgencia de desarrollar en nuestras comunidades una acogida real hacia las personas que viven tales situaciones», dijo al respecto. Así, subrayó la importancia de que «el estilo de la comunidad, su lenguaje, sus actitudes, estén siempre atentos a las personas, a partir de los pequeños», pues «ellos son quienes más sufren estas situaciones».

El mismo Pontífice se preguntó cómo aconsejar a los padres para que eduquen a los hijos a la vida cristiana dando ejemplo de una verdadera fe «si los tenemos alejados de la vida de la comunidad como si fueran excomulgados». En su respuesta, aseguró que «no se deben agregar otros pesos a aquellos que ya los hijos, en estas situaciones, deben cargar». «Lamentablemente, el número de estos niños y jóvenes es de verdad grande» por lo que «es importante que ellos sientan a la Iglesia como madre atenta a todos, dispuesta siempre a la escucha y al encuentro», pidió el Papa.

Francisco dejó claro que ante esta situación la Iglesia «no ha sido ni insensible ni perezosa» y destacó que «gracias a la profundización realizada por los pastores, guiada y confirmada por mis predecesores, ha crecido mucho la conciencia de que es necesaria una fraterna y atenta acogida, en el amor y en la verdad, a los bautizados que han establecido una nueva convivencia después del fracaso del matrimonio sacramental». En concreto aclaró que «en efecto, estas personas no son en efecto excomulgadas, no están excomulgados, y no van absolutamente tratadas como tales: ellas forman parte siempre de la Iglesia» y recordó que «no existen recetas simples».

Finalmente, Francisco reiteró la invitación a los obispos de «manifestar abiertamente y coherentemente la disponibilidad de la comunidad a acogerlos y a animarlos, para que vivan y desarrollen cada vez más su pertenencia a Cristo y a la Iglesia con la oración, con la escucha de la Palabra de Dios, con la frecuencia a la liturgia, con la educación cristiana de los hijos, con la caridad y el servicio a los pobres, con el compromiso por la justicia y la paz». En definitiva, para el Papa la Iglesia es como el Buen Pastor ya que «acoge a sus hijos como una madre que dona su vida por ellos» y animó a que todos puedan participar «de alguna manera en la vida eclesial» e integren la comunidad. Tomando como ejemplo esta imagen bíblica de Jesús, animó a que las familias cristianas cuiden «a las familias heridas, acompañándolas en la vida de fe de la comunidad».

¿Qué se considera excomunión?

HEREJÍA O CISMA

- La doctrina de la Iglesia establece que pueden incurrir en excomunión los bautizados que abandonan la verdadera fe para abrazar el cisma o la herejía. Incurren también quienes procuran el aborto. El adulterio, el divorcio y la nueva unión de los divorciados no están penados, aunque son pecado mortal.

EN LA IGLESIA

- El Catecismo de la Iglesia Católica recuerda que no se consideran separados de la Iglesia y que sacerdotes y comunidad deben atenderlos debidamente.

EUCARISTÍA

- El Catecismo añade se refiere a los divorciados vueltos a casar para decir que no pueden acceder a la comunión eucarística.