Investigación científica

Ignacio López-Goñi: «Hay gente que se fía más del ‘‘Doctor Google’’ que de su médico»

Doctor en Biología y catedrático en Navarra, divulga de manera amena sus investigaciones sobre microbiología en «¿Funcionan las vacunas?»

Ignacio López-Goñi
Ignacio López-Goñilarazon

Doctor en Biología y catedrático en Navarra, divulga de manera amena sus investigaciones sobre microbiología en «¿Funcionan las vacunas?».

Es doctor en Biología y catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra, donde imparte docencia. Su investigación se ha centrado en el estudio de la virulencia bacteriana, el desarrollo de nuevas vacunas y métodos de diagnóstico de enfermedades infecciosas. Ignacio López-Goñi compagina sus tareas docentes e investigadoras con la divulgación científica de manera amena y para todos los públicos en libros como el recientemente publicado «¿Funcionan las vacunas?» (Next Door Publishers).

–¿A quién va dirigida esta obra?

–A aquellos que quieren saber más sobre vacunas, especialmente a esos padres que dudan si deben vacunar a sus hijos o si retrasarla y tienen miedo de los efectos secundarios. Está escrito con rigor, con datos, pero en un lenguaje asequible. También puede ser muy útil para pediatras, médicos de atención primaria o profesionales de la enfermería.

–¿Por qué se decidió a escribir este libro?

–En España no hay movimientos antivacunas muy activos y beligerantes, pero quizá si más padres que dudan de éstas. Ha habido ya algún caso grave, incluso mortal, de niños que han enfermado porque sus padres decidieron no vacunarlos. Además, en Europa ahora está aumentando de forma preocupante la incidencia de enfermedades infecciosas muy contagiosas, como el sarampión, y que son muy fáciles de controlar con las vacunas. Algunas afirmaciones en medios de comunicación de famosos que crean dudas sobre ellas son preocupantes.

–¿En qué puede ayudar este libro a aquellas personas que todavía no saben qué pensar de las vacunas?

–En él se explica con claridad qué es una vacuna, cuáles son sus componentes, cómo funcionan, cuáles son sus efectos secundarios, cómo se fabrican y cómo sabemos que son seguras con ejemplos y datos fáciles de comprender. Después de leerlo uno mismo puede responder sin dudas a la pregunta del título del libro. Hay mucha gente que no es hipocondríaca pero se muestra recelosa ante la investigación científica y de la medicina, entre los que me incluyo. Pero la ciencia busca la verdad, aunque está en continuo avance. El sistema de revisión y auto evaluación de los progresos médicos quizá no sea perfecto, pero es lo mejor que tenemos y lo que más seguridad nos puede dar. La ciencia no se basa en opiniones personales, sino en demostraciones. Se pueden cometer errores, pero insisto que es lo que más seguridad nos da. A veces la gente desconfía de la ciencia simplemente porque no la entiende y muchas veces la culpa de eso la tenemos los propios científicos, que no sabemos explicar nuestro trabajo.

–Además, hay muchos mitos sobre los médicos y la ciencia...

–Lo curioso es que hay gente que se fía mucho más del «doctor Google», de lo que lee en Internet, que de lo que le dice su médico. Hay muchísima información, pero sin filtro. Yo soy muy activo en las redes sociales; sin embargo, hay que saber buscar las fuentes fiables, no todo vale.

–¿Cómo explica la aparición del fenómeno anti-vacunas, con declaraciones polémicas de algún famoso?

–Como he dicho, no son muy activos en España en este momento, pero sí quizá estén aumentando la personas que dudan. El que figuras mediáticas, con tantos seguidores, hagan ese tipo de afirmaciones personales sin ninguna base científica es una gran irresponsabilidad, la opinión personal errónea de este tipo de personas puede influir en la conducta de muchas otras. Deberían ser más responsables con lo que dicen. Crear la duda es muy peligroso, en temas en los que la salud de la gente está en juego. A unos padres que no vacunan a sus hijos lo primero que debemos hacer es comprenderlos. Hay que entender que haya gente que dude. Vacunamos a nuestros hijos cuando están sanos, de enfermedades que no vemos, y tenemos miedo de los efectos secundarios. El mismo calendario vacunal es complejo, cada vez hay más vacunas, y en algunos momentos no ha habido consenso en un calendario único. No tiene mucho sentido que en cada comunidad autónoma haya diferencias. Los virus y las bacterias no son nacionalistas, no saben si están en Navarra, La Rioja o el País Vasco, y se mueven con facilidad. Todo esto complica el tema y por eso, lo primero que hay que tener con los padres que dudan es comprensión. Y luego, explicar con claridad que las vacunas son los medicamentos más seguros que tenemos, que previenen de enfermedades infantiles que pueden ser mortales, y que como todo medicamento tienen efectos secundarios, pero que en la mayoría de los casos son mínimos

–La frase «batallemos por conquistar la salud frente a la salud» que algunos contrarios a las vacunas enarbolan es muy potente, pero ¿podría explicarnos qué significa par usted?

–Vivimos más y mejor gracias a los avances de la ciencia, la técnica y la medicina. La higienización y potabilizacion de las aguas, los antibióticos y las vacunas han sido los tres grandes avances de la medicina que han hecho que nuestra esperanza de vida se haya prácticamente duplicado en los últimos siglos. Esa frase me suena un poco infantil e ingenua, muy «homeopática», y la homeopatía es agua, no cura.

–¿Hay alguna gran figura española en la historia de la medicina ,en general, y de las vacunas,en particular, olvidada?

–A mí me parece apasionante la historia del doctor Balmis y la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, la primera campaña de vacunación mundial que se hizo en la historia y que fue llevada a cabo por un grupo de médicos y colaboradores intrépidos y unos auténticos héroes. Y, dentro de esa gesta, en concreto el papel muy poco reconocido de una mujer, doña Isabel Cendala y Gómez, que algunos han calificado como una de las primeras enfermeras de la historia. En España poca gente conoce su historia. ¿Por qué? Probablemente porque somos así, nadie es profeta en su tierra.