Bill Gates, exCEO de Microsoft, nos prepara para lo peor: "Hay mucho descontento y eso podría causar una gran guerra"

Nadie duda ya que el momento actual es uno de los más complejos de gestionar a nivel estratégico y geopolítico. No solo por el hecho de que ya hay conflictos bélicos frente a nosotros que duran años, como el existente entre Rusia y Ucrania o la invasión y masacre israelí sobre la población de Gaza, sino por las crecientes tensiones entre bloques.

Tan pronto como se produce un movimiento que puede afectar al relativo equilibrio existente, como por ejemplo sucedió con el tema de los aranceles de Donald Trump, hay una respuesta para intentar recuperarlo. Pero, ese movimiento queda ahí, latente en quien veía cómo otro país trataba de llevar a cabo una imposición buscando elevar su hegemonía a costa de la estabilidad global.

Guerra comercial que derive en guerra global

Esto es algo que han detectado también personalidades de máximo reconocimiento global, puesto que a las cuestiones impositivas se suman las competencias por ganar carreras tecnológicas como la relativa a la inteligencia artificial. Elon Musk alertó sobre este peligro considerando que China, Rusia y Estados Unidos principalmente veían esta cuestión como un campo en el que perpetuar sus tradicionales hostilidades.

En la misma línea se pronunció Bill Gates, cofundador de Microsoft. Gates ha visto en primera línea lo que genera la puesta en marcha de proyectos tecnológicos y la urgencia de ser el primero en alcanzar determinados logros en la materia y considera que, con la tensión actual, esto puede derivar en un conflicto a gran escala.

Así lo verbalizó en el programa Make It de la cadena estadounidense CNBC hace menos de un año al desgranar los frentes bélicos y de incertidumbre que estaba afrontando el mundo: "Hay mucho descontento y eso podría causar una gran guerra".

Esta no es la primera advertencia que lanza Bill Gates en este sentido. El filántropo estadounidense lleva dos décadas alertando de los diferentes peligros que enfrenta el mundo y que debe plantear cuanto antes para que las próximas generaciones no paguen las consecuencias de la inacción actual.

La rivalidad tradicional entre los bloques oriental y occidental y la ambición de cada uno de ellos por dominar los escenarios que se avecinan están detrás del temor de Gates a un conflicto armado global. Pero no es el único reto.

Temor a una nueva crisis sanitaria

Y es que Bill Gates también aprovechó su intervención en la CNBC para recordar al mundo su fragilidad ante una nueva pandemia y la urgencia de adoptar las medidas pertinentes para que la preparación futura ante una crisis sanitaria global coja mejor preparadas a todas las naciones.

Son dos por tanto los escenarios de tensión e incertidumbre que dibuja Bill Gates y ante los que espera que la altura de miras de los políticos llegue lo suficientemente lejos como para que las personas no tengan que volver a pagar las consecuencias de ninguno de ellos.