
Record mundial
China rompe todos los récords con su nuevo tren magnético: alcanza velocidades de infarto
La red de trenes de China es absolutamente sorprendente, pero está a punto de convertirse en la más rápida del planeta

China lleva décadas jugando al ajedrez mientras el resto del mundo sigue con las damas, un robot te entrega los productos que pides en tu casa, pagas escaneando un QR y sus fábricas son ultratecnológicas. Cada anuncio tecnológico que sale del gigante asiático parece diseñado para recordarnos que el futuro se está escribiendo en mandarín. Y esta vez, el mensaje viene sobre raíles.
La alta velocidad ferroviaria ha sido durante mucho tiempo monopolio de japoneses y europeos. El Shinkansen y el TGV marcaron una era donde viajar a 300 km/h parecía el límite de lo razonable y es una velocidad que nuestro AVE alcanza sin problemas. Pero China, que llegó tarde a esta fiesta, ha decidido cambiar las reglas del juego de forma radical.
Y cuando digo radical, me refiero a velocidades que harían palidecer a un Fórmula 1 y todo gracias a las pruebas que han estado haciendo en Hubei.
China marca el camino
Investigadores del Laboratorio Donghu en la provincia china de Hubei han conseguido acelerar un vehículo de prueba de 1,1 toneladas hasta los 650 kilómetros por hora en apenas 1.000 metros de pista, según apuntan desde la cadena pública china CGTN. El vehículo alcanzó esta velocidad demencial en solo 7 segundos recorriendo 600 metros, una aceleración que dejaría en ridículo a cualquier superdeportivo.
La cosa no está solamente en la velocidad, sino cómo la han conseguido. Mientras las pruebas convencionales de alta velocidad necesitan pistas de 30 o 40 kilómetros, el equipo chino ha desarrollado un método de aceleración ultracorta que requiere una precisión de medición de hasta 4 milímetros. Es ingeniería al límite de lo imposible.
El secreto está en la levitación magnética pura. El vehículo flota sobre la pista mediante repulsión electromagnética, sin ningún contacto físico. Al eliminar completamente la fricción, solo el aire se interpone entre el tren y velocidades aún más demenciales. De hecho, Li Weichao, director del centro de innovación, confirma que 650 km/h no es ni de lejos el objetivo final.
La pista está diseñada para operar normalmente a 800 kilómetros por hora. Para ponerlo en perspectiva, es casi la velocidad de crucero de un avión comercial, pero a ras de suelo. Y lo más impresionante: el sistema puede frenar de 650 km/h a cero en solo 200 metros, un control que desafía nuestra comprensión de la física aplicada.
La instalación completa estará terminada a finales de este año, pero China ya está aplicando estas tecnologías en otros proyectos. No es solo un experimento de laboratorio, es el prototipo del transporte del futuro que Beijing planea desplegar masivamente. Mientras Europa debate sobre si actualizar sus líneas de alta velocidad y Estados Unidos sigue soñando con su primer tren bala, China está literalmente volando sobre raíles magnéticos.
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