
Antártida
Los médicos se extirpan el apéndice antes de ir a la Antártida: tienen un motivo muy importante para hacerlo
Las condiciones extremas del "Continente Blanco" y la complejidad a la hora de desplazarse hasta él exigen requisitos a los miembros sanitarios de la expedición

Ninguna dolencia física o enfermedad llega en buen momento. Algunas son sencillas de combatir, pero otras requieren de una intervención rápida si no se quiere correr el riesgo de consecuencias fatales para la salud.
En ocasiones esos episodios llegan en los momentos más inoportunos, como le pasó hace escasos días al futbolista del Fútbol Club Barcelona Ferrán Torres. El delantero se quedó sin poder participar en el partido de liga en que su equipo conquistó el título de liga, pero no por una lesión típica del deporte sino por algo más inesperado: una apendicitis.
Y es que el apéndice nos acompaña desde el nacimiento, pero el riesgo a una inflamación que requiera de su extirpación está siempre ahí. Esa amenaza es algo a lo que se pueden exponer las expediciones que viajan a la Antártida, donde las complejas condiciones climáticas y su ubicación impiden que la ayuda médica sea algo con lo que contar en caso de tener poco margen de tiempo.
Médicos sin apéndice para expediciones en la Antártida
Son muchos los países que cuentan con base en la Antártida para sus estudios ya sea en materia de biología, de física, de zoología o para observar las consecuencias del cambio climático, algunas incluso permanentes. Todos esos equipos de científicos se ven en un entorno hostil en el que resulta imprescindible contar con un médico para eventuales dolencias o episodios como el que acabamos de mencionar de Ferrán Torres. Pero, ¿qué sucede con el médico de la expedición?
En su caso y según la información recogida en la página web de la Antártida elaborada por el Gobierno de Australia los médicos que se desplazan al continente alrededor del Polo Sur deben hacerlo tras haberse sometido a una extirpación del apéndice antes de acudir al Continente Blanco. No es capricho, sino una cuestión de supervivencia.
La explicación cuenta tanto con respaldo sanitario como de la lógica. En ese tipo de expediciones cada base tiene tan solo la figura de un médico, con lo que la salud de todo el equipo depende en buena medida del galeno que les acompaña. Es por ello que los médicos que quieren formar parte de ese tipo de partidas deben hacerlo tras haberse sometido a la extirpación del apéndice.
Con ello, el médico evita un riesgo personal importante al no haber ninguna otra persona preparada en la expedición para realizar la extirpación del apéndice en caso de apendicitis del médico.
También se preserva con esta actuación la seguridad del grupo, que sabe que en todo momento contará con un médico en plenitud de facultades y que no se expone a un episodio que le pueda dejar sin posibilidades de ayudar al resto de la expedición ante un problema de salud, con las complicaciones que eso comportaría en una zona tan inhóspita como la Antártida.
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