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El comercio electrónico dispara el consumo de cartón

Cinta adhesiva como para dar la vuelta al mundo 400 veces. Es parte del residuo que genera en China el «ecommerce». Esta actividad crece a un ritmo del 48% anual sólo en aquel país. Mientras, usuarios de todo el mundo se preguntan, ¿es necesario tanto envoltorio?

Se le conoce como «unboxing» y se ha convertido en la última fiebre de internet. Se trata de usuarios que se graban mientras sacan de las cajas los productos que han adquirido online
Se le conoce como «unboxing» y se ha convertido en la última fiebre de internet. Se trata de usuarios que se graban mientras sacan de las cajas los productos que han adquirido onlinelarazon

Cinta adhesiva como para dar la vuelta al mundo 400 veces. Es parte del residuo que genera en China el «ecommerce».

Esta semana varios medios de comunicación chinos, como el «China Daily» y el «South China Morning Post», publicaban las conclusiones de las estadísticas sobre la basura derivada de la paquetería en el país. Los datos confirman el boom que vive el comercio interno y el mercado online: sólo el año pasado unos 20.000 millones de paquetes fueron enviados por mensajería en el continente, esto es un 48 por ciento más que en 2014. Estos envíos supusieron la utilización de 7.500 millones de bolsas de plástico, 10.000 millones de cajas de cartón y 17.000 millones de cinta adhesiva. Dicha cinta, afirman, podría dar la vuelta alrededor de la tierra unas 400 veces. Además, para 2020 se espera que las cifras de envío se dupliquen, al tiempo que se espera se mejoren los sistemas de gestión del «packaging» y el reciclado del mismo.

Los números de China siempre abruman, aunque la preocupación y el interés por el comercio electrónico y la paquetería no sólo afecten el mercado asiático. En Estados Unidos, según publicaba reciente el «New York Times», la industria del comercio online ya se contabiliza en 350.000 millones de dólares, lo que supone el doble respecto a hace un lustro. Aunque en España llevamos cierto retraso respecto a otros países, el comercio electrónico, según datos de la CNMC, se situó en 2015 en torno a los 20.000 millones de euros y, «según estimaciones de The Boston Consulting Group, las ventas por Internet alcanzarán en 2016 un volumen de negocio de 24.700 millones de euros, lo que supone más que triplicar la cifra de 2009. Si bien con cierto retraso, el ecommerce está despegando en España. Mientras en Estados Unidos o el Reino Unido el comercio electrónico alcanza cuotas del 15 por ciento del total del retail, en España está por debajo del cuatro», explican desde la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón.

Y con el aumento de las compras online, mejoran las perspectivas del sector de la paquetería. En Estados Unidos se fabricaron 35,4 millones de cajas en 2014 y en España «si bien el impacto de la crisis económica hace difícil rastrear una tendencia clara, los datos revelan algunas particularidades significativas. Por ejemplo, que en 2015 el consumo global de papel siguió por debajo de los niveles previos a la crisis, aunque los papeles para cartón ondulado están ya en el máximo histórico de 2006 y el cartón estucado supera ese nivel con creces. Otro dato que avala este mayor crecimiento de los papeles destinados a cajas (cartón ondulado y estucado) es su peso dentro del consumo total de papeles: los papeles para cartón ondulado suponían en 2000 el 38 por ciento del consumo total de papel frente al 45 por ciento en 2013. Y el cartón estucado ha pasado del seis del consumo total en 2000 al diez por ciento en 2015», según datos de Aspapel.

La última conferencia del Foro del Papel, celebrada recientemente en Madrid, analizó el rol del papel en la sociedad digital. Se habló, entre otras cosas, de cómo el «packaging» resulta esencial en la venta online: el fenómeno del «unboxing», que tanto éxito tiene en Youtube es sólo una muestra de los nuevos horizontes que está trayendo la combinación de ambos sectores. «Nine, agencia de marketing especialista en tendencias de futuro, ha realizado un estudio cualitativo de 17 empresas de comercio electrónico de bienes de consumo en Europa y Asia para identificar las oportunidades de mejora en el «packaging» usado en la actualidad, llegando a la conclusión de que hasta el momento, no se le ha prestado en el comercio electrónico la atención debida como elemento crucial en la experiencia del consumidor», explican desde Aspapel.

Las marcas son conscientes de que una buena presentación influye en la experiencia final del usuario y la valoración de la marca, incluso a nivel medioambiental. Un estudio de la compañía Nielsen sobre los consumidores online afirma que el 52 por ciento de los usuarios toma sus decisiones de compra por Internet en función de la sostenibilidad del embalaje; los «millenials» son el grupo de consumidores que tiene más en cuenta la sostenibilidad tanto del producto como del paquete contenedor. El gigante de las ventas online, Amazon, se sumó en 2008 a una iniciativa llamada Frustration Free Packaging con la intención de reducir envases innecesarios de sus envíos y mejorar la experiencia y percepción del usuario. Sin embargo, y según publicaba en su día el periódico Daily Mail, a finales de 2015 les redes sociales se incendiaron debido a las protestas de algunos clientes que fotografiaban los paquetes recién llegados a sus casas envueltos en cantidad de capas inservibles.

Flexibles y ligeros

Esta misma semana otro de los gigantes online, Ebay, anunciaba su primera línea da «packaging» reciclable. Han decidido hacer marca y ofrecer a sus clientes 10 tamaños de cajas de cartón con su logo para sus envíos. Independientemente de quien sea el fabricante, el esfuerzo tiene que centrarse en eliminar lo que sea superfluo y ajustar la paquetería al máximo. La justificación de que el material es reciclable no parece restar recelos teniendo en cuenta el «boom» del comercio electrónico. Aunque hay que puntualizar que en España y los países europeos las tasas de reciclado y el esfuerzo que se hace en el sector dan resultados de hasta un 80 por ciento de papel y cartón reciclado. También los ciudadanos están implicados en que el aumento del consumo online no se convierta en otra fuente incontrolable de uso de recursos porque han de ser conscientes de que reciclar implica sumar las emisiones de la producción de producto y caja, el transporte y el proceso de reutilización, que implica nuevo transporte.

Además, el envío resulta, en algunos casos, ineficientes ya que los actuales paquetes que llegan al usuario se componen en un 40 por ciento de aire. Optimizar el volumen y el peso de lo que se envía es cada vez más importante ya que es lo que determina el precio del transporte. «El eco diseño es fundamental. Hay que pensar más allá del envase bonito», afirma Carlos Reinoso, director general de Aspapel.

Para ello la industria trabaja en varias líneas que van desde las tintas naturales al etiquetado reciclable. Una de ellas es fabricar paquetes monomaterial, ya que el plástico que conforma la paquetería de uso habitual, venga de comercio electrónico o no, está compuesto de varias capas fabricadas con diversos materiales «cada uno de los cuales tiene una función, aunque dificultan la reciclabilidad», explica Alex Brasso, portavoz del clúster de «packaging». Eso sí, hay que tener en cuenta los costes de las innovaciones. «Utilizar envases monomateriales puede aumentar el precio entre el 20-30 por ciento y el 150», continúa.

Otra opción en la que se trabaja es en disminuir el peso y el volumen. El clúster ha presentado esta semana tres proyectos realizados en colaboración con las empresas de la organización. Uno de ellos se centra en recuperar parte del material de los envases de plástico, concretamente la merma, para obtener nuevos paquetes. El proyecto nace del trabajo de GCR Group, Enplater y EIG. «Antes esta merma de la fabricación se vendía para revalorización de residuos. Con este proyecto se ha reintroducido en el proceso, y con ellas se han mezclado cargas minerales o talcos para reducir el espesor y, por tanto, la cantidad de materia prima utilizada. Concretamente, se han conseguido productos con un 35 por ciento de material reciclado y con un 20 por ciento menos de espesor, y material, gracias al talco», explica Sergi Saballs, ingeniero de I+D de Enplater. Otra iniciativa interesante es la de la multinacional Puma. Su nuevo envase Clever little bag elimina las cajas de cartón, lo que se traduce en un 65 por ciento menos de materia prima, 85.000 toneladas menos de papel al año y un ahorro de un millón de litros de agua, 500.000 litros de combustible y 275 toneladas de plástico.

Por último, están los envases flexibles que se ven cada vez con más asiduidad. «En el mundo del «packaging» la logística representa un parte fundamental. Con un envase flexible no se transporta tanto aire y se usa menos material, aunque las propiedades de no son los mismas», explica Brasso. Un ejemplo a nivel internacional es Ecoclean. Desde finales de 2015 la empresa sueca de productos de limpieza ecológicos ha sacado sus productos a la venta en Amazon. Una de sus puntos fuertes es que el envase es flexible, lo cual aligera el peso y permite transportar más unidades por camión.