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Industria rechaza subir los carburantes y limpiar de tasas la factura de la luz

Industria rechaza subir los carburantes y limpiar de tasas la factura de la luz
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La Agencia Internacional de Energía afirma que los costes eléctricos en España «son de los más altos de Europa»

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) recomendó ayer a España darle una nueva vuelta de tuerca al sector energético. Pero no sólo pinchó en el momento –a unos meses de las elecciones generales y con los jugosos ingresos por impuestos eléctricos a punto de ser presupuestados– sino en trasladar algunos asuntos que continúan siendo tabú en el sector y que desatarían otra guerra entre «loobies» ahora que las aguas bajan algo más tranquilas pese a que sean los causantes principales de que España tenga una tarifa eléctrica «de las más elevadas de Europa».

La AIE demandó ayer al Gobierno español que limpie la tarifa de todos los componentes y sobrecostes que no están «directamente relacionados con el suministro» para rebajar el recibo a los consumidores y empresas, entre los más elevados de la Unión Europea (UE). De hecho, España es el tercer país de la UE donde la factura de la luz soporta mayores cargas impositivas y de políticas públicas, según la asociación eléctrica Europea (Eurelectric). En parte porque dispone de un impuesto especial que se destina a las comunidades autónomas y porque el IVA sobre la electricidad está tres puntos por encima de la media europea del 18%.

Con el «boom» de las renovables y las primas recibidas para el desarrollo de estas tecnologías, por entonces poco maduras, se pasó de unos costes ajenos al sistema del 32% en 2004 al 60% registrado el pasado año. Eso supone que más de la mitad de la factura no tiene nada que ver con el consumo de electricidad que realizan los usuarios y las empresas. Un sobrecoste para el consumidor doméstico y para los costes producción de las empresas.

Asimismo, la directora ejecutiva de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Maria van der Hoeven, pidió al Gobierno español que traslade a otros sectores, además de al eléctrico, la responsabilidad de desarrollar aún más las energías renovables. Lo hizo en presencia del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, durante la presentación del informe anual de la AIE sobre España («Energy Policies of IEA Countries for Spain 2015 Review»), quien rechazó la posibilidad de una subida de impuestos medioambientales a los carburantes. Una opción que «no está planteada», aunque aseguró que esto no quiere decir «que no se deba o pueda plantear en el futuro», según declaraciones recogidas por Ep. La AIE apuesta por un alza de las tasas medioambientales sobre las gasolinas «en una forma que sea neutra respecto a los ingresos». Van der Hoeven apuntó que hay impuestos de combustibles «muy bajos» respecto a otros países que si se incrementaran supondrían beneficios sobre el «cambio climático».

El documento de la AIE estima que los costes no esenciales que se saquen de la tarifa deben recuperarse a través de «mecanismos más apropiados» y que «España debe revisar sus objetivos de renovables» con la premisa de que «la carga sea compartida por distintos sectores, lo que pasa por limitar de forma más ambiciosa el uso de carburantes fósiles en el sector del transporte».

Por otra parte, entre las recomendaciones del informe, figura una apuesta por desarrollar una estrategia energética a largo plazo que cubra todos los sectores y una reforma fiscal en materia energética que incentive la reducción de los gases efecto invernadero y la eficiencia. Respecto a la reforma energética realizada por el Ejecutivo, la AIE considera que «ha cumplido su objetivo», ya que «los costes y los ingresos del sector vuelven a estar en equilibrio y el déficit de tarifa acumulado, que alcanzó un pico de 29.000 millones en 2013, equivalente al 3% del PIB, podrá desaparecer gradualmente». De hecho, Van der Hoeven valoró la resolución del problema del déficit de tarifa y felicitó al Gobierno «por haber luchado contra este desafío», que «no iba a ser popular y no iba a ser fácil». La reforma, indica el informe, ha sido «compleja, pero necesaria».

Aun así, Van der Hoeven subrayó que ha tenido también sus contras, como el «efecto negativo en la visión de los inversores» que ha supuesto el recorte aplicado a las renovables. «Pero lo importante ahora es ceñirse a las reglas para poder recuperar la confianza perdida, y se conseguirá muy pronto», añadió.

Por contra, Soria defendió la reforma porque «ha dado seguridad, certidumbre, estabilidad» y la prueba de ello, según él, es que en lo que va de año las renovables españolas han contabilizado más de 1.000 millones de euros en inversiones.