Sevilla

Desde el cielo de Sevilla

La Caixa espera que la torre más alta de Andalucía alcance una ocupación óptima en el primer semestre de 2017

Vistas de la ciudad desde la Torre Sevilla
Vistas de la ciudad desde la Torre Sevillalarazon

La Caixa espera que la torre más alta de Andalucía alcance una ocupación óptima en el primer semestre de 2017.

Apenas 35 segundos se tarda en ascender a la 39ª planta de la «Torre Sevilla», el edificio más alto de Andalucía. Desde 180 metros de altura, la capital hispalense se divisa con todo su esplendor. Caixabank, entidad promotora, presentó ayer a los medios un proyecto que poco a poco los sevillanos han hecho suyo, aunque su construcción no ha estado exenta de polémica. La llamada inicialmente Torre Cajasol pasó a conocerse como Torre Pelli –su prestigioso arquitecto– antes de denominarse oficialmente Torre Sevilla, un espacio «singular» que aspira a aportar valor a la ciudad como un gran «complejo empresarial, comercial y cultural». Un escenario emblemático cuyos rectores confían en que empiece a tener una ocupación óptima a partir del primer semestre de 2017. En las próximas semanas se instalarán las primeras empresas en las 24 plantas destinadas a oficinas (desde 200 metros cuadrados y a un precio de 15 euros por metro cuadrado). Sumasa y Building Center –filiales del grupo Caixabank–, Active Business Techonology, Ayesa Advance Technology, Óptima y Restalia. La entidad acoge con «respeto», pero «sin miedo», el reto de lograr rentabilizar los muchísimos metros cuadrados de oficinas, en un periodo de incipiente recuperación económica tras una profunda crisis.

Caixabank asumió en 2012 el proyecto de Cajasol. La inauguración institucional aún se retrasará unos meses, entre otras cosas porque aún hay pendientes de concretar aspectos importantes referentes al proyecto. Rafael Herrador, director territorial de Caixabank en Andalucía occidental, explicó que se gestiona con las administraciones los permisos necesarios para la instalación de un hotel premium en las trece últimas plantas, que será quien gestione el mirador con una vista panorámica de Sevilla para los visitantes. Herrador precisó que el coste o no de las visitas queda al arbitrio del Grupo Hotusa, operador del futuro espacio hotelero. La aspiración es convertirlo en «el alojamiento más emblemático de la capital hispalense». Herrador no profundizó en los pormenores de la negociación, pero parece evidente que habrá que adaptar la normativa legal a las características del primer gran rascacielos de la comunidad.

Además de la torre y de un centro comercial (que generará 1.000 empleos directos), el complejo se completa con un Caixafórum, centro cultural de 8.000 metros cuadrados que prevé abrir sus puertas en la segunda mitad de 2017. Existe, por último, el compromiso de poner en valor el margen del río, adecuando una zona verde de 40.000 metros cuadrados para pasear o montar en bici.