Barcelona

¿Hubo riesgo para la seguridad de los viajeros?

El sistema ERTMS y la pericia de los técnicos evitan incidentes fatales

La Razón
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El sabotaje a la línea del AVE en Cataluña provocado por el corte de los cables de fibra óptica entre Villafranca del Penedés y Gelida es considerado por Adif como un acto «extremadamente grave» que pudo poner en riesgo la seguridad de los viajeros. Sin embargo, las consecuencias impredecibles de un incidente de este calibre fueron minimizadas por la rápida actuación de los técnicos del gestor ferroviario y por el sistema ERTMS, que paraliza los trenes de inmediato ante cualquier anomalía detectada en la red.

De hecho, como señalaron ayer fuentes próximas a la investigación el sistema frenó los trenes cuando se produjo el segundo corte en la red de fibra óptica que transmite los datos de circulación, apenas una hora después del primer corte en el tendido, que fue insuficiente para interrumpir el servicio. Las mismas fuentes estiman el sabotaje como la opción más verosímil, puesto que los ladrones de cable de cobre no operan de esta manera. «O eran novatos en el robo de cobre o sabían muy bien lo que hacían si lo que pretendían era interrumpir el servicio», revelan. En este sentido, el hurto de apenas 15 centímetros de cable de fibra (sin ningún valor en el mercado negro) por los 600 metros de cobre que habitualmente son sustraídos en este tipo de incidentes indica que el propósito era paralizar el AVE a Barcelona a su paso por Cataluña.

En cualquier caso, Cataluña registró 475 incidencias relacionadas con el robo de cable durante el pasado 2014, lo que supone el 50% de todo el robo de cable en la red ferroviaria.

Ante esta situación, Adif ha pedido hasta en tres ocasiones a la Generalitat catalana que intensifique la vigilancia en las vías férreas, una competencia transferida por el Gobierno de España.

La última advertencia tuvo lugar el pasado mes de abril por el presidente de Adif, Gonzalo Ferre, quien reclamó a la Generalitat reforzar su actuación para evitar el robo de conductores eléctricos en la red ferroviaria ya que ello causaba en la actualidad el 20,1% de las incidencias significativas que se producen en el núcleo de Barcelona.

En una carta remitida al entonces conseller de Interior de la Generalitat de Cataluña, Ramón Espalader, Ferre solicitó de nuevo que se adoptasen todas las medidas necesarias en el ámbito de sus competencias para poder hacer frente a esta «grave» situación.

Ferre insistió en que, pese a la reciente modificación del Código Penal, estos actos vandálicos siguen teniendo una importante repercusión en las incidencias que se producen en la circulación, especialmente en Cercanías.

Esta reclamación iba en la misma línea a la que ya hizo Ferre en un escrito del 4 de septiembre de 2014 en relación con las sustracciones de conductores eléctricos que se sufren en la red ferroviaria de interés general en Cataluña.

Asimismo, aseguró que, teniendo en cuenta las graves repercusiones que estos robos tienen sobre la «seguridad en la circulación» ferroviaria, y considerando que no se puede descartar que en los mismos se pueda encontrar el origen de «cualquier posible accidente», la Generalitat de Cataluña debía adoptar las medidas necesarias a este respecto.

El presidente de Adif mostró entonces su disposición para trabajar coordinadamente en esta materia, así como para abordar otras cuestiones.

Ferre también remitió en la misma fecha una carta al conseller de Territorio y Sostenibilidad del Gobierno regional, Santi Vila i Vicente, para que reforzase su actuación para evitar el robo de cables en Cataluña.