Desahucio

La PAH ocupa 6 pisos para alojar a familias desahuciadas

Seis adultos con niños en edad escolar se meten en un edificio cerca de la Sagrada Familia donde una inmobiliaria prevé hacer viviendas de diseño

La PAH convierte el edificio en un símbolo contra la especulación inmobiliaria
La PAH convierte el edificio en un símbolo contra la especulación inmobiliarialarazon

Seis adultos con niños en edad escolar se meten en un edificio cerca de la Sagrada Familia donde una inmobiliaria prevé hacer viviendas de diseño

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha ocupado este fin de semana seis viviendas del número 477 de la calle Aragón para realojar a seis adultos y seis menores en edad escolar que habían sido desahuciados en otros barrios de Barcelona y se habían quedado fuera de los programas de emergencia social del Ayuntamiento de Ada Colau. El edificio no es de ningún banco, lo adquirió el pasado 27 de abril una empresa inmobiliaria, Norvet Property, que como explica en su página web a través de un vídeo rodado en inglés, transforma «pisos antiguos y deshabitados en modernos hogares de diseño». El problema del 477 de Aragón, cerca de la Sagrada Familia, es que las 28 viviendas de entre 30 y 50 metros cuadrados no están vacías. Cinco vecinos tienen contrato indefinido y otros siete contrato de alquiler vigente. Entre estos últimos, hay familias como la de Gabriel y Pilar, una matrimonio de 60 y 54 años, que desde 1992 vive en el edificio con un contrato con cláusulas poco corrientes a las que la inmobiliaria se aferra para rescindir el alquiler.

Para esta pareja, la pesadilla empezó cuando falleció la propietaria del edificio, que Norvet Property acabó adquiriendo por 1,6 millones, con la idea de reformar las viviendas y venderlas. Gabriel y Pilar pagan 550 euros mensuales por un piso que no llega a los 50 m2. El 16 de mayo recibieron una carta donde se les informaba que debían dejar la vivienda en un mes, el 16 de junio. Siete vecinos se han ido ya, pero ellos reivindican su derecho a seguir, al menos hasta el 3 de noviembre, cuando debían renovar. Esperan respuesta a una carta que enviaron a la inmobiliaria. Mientras, miran pisos, pero Gabriel está en paro y con el sueldo de su esposa no llegan a los requisitos que piden para alquiler.

Cada piso tiene una historia. La de Carne Pardo está en manos de abogados, hace cuatro años que vino a vivir a esta finca. Tras hacer una inversión de 15.000 euros, ahora sólo quiere que si la echan, la indemnicen.

En el edificio han empezado ya las obras, que la PAH cree que se alargarán para que los vecinos que quedan se harten y se vayan. La inmobiliaria tiene ya una querella del Observatorio DESC por utilizar «técnicas ilegales» para desahuciar a familias de edificios comprados en el Raval y Gràcia. En paralelo, también han empezado las visitas de futuros compradores. Y en medio de esta vorágine, el fin de semana llegaron los vecinos nuevos de la mano de la PAH. Su perfil es el de madre con hijos, desahuciadas y sin recursos, como Eva. Cuenta que no tiene trabajo, es madre de un niño de diez años y los sería de otro si no lo hubiera perdido con 42 semanas, en medio de un proceso de desahucio que le causó «mucho estrés emocional». No logra acabar de relatar su historia porque se le hace un nudo en la garganta. Hace dos años que no cobra nada. «Lo poco que rapiño es para dar de comer a mi hijo», dice.

Karima también es responsable de una familia monoparental. Tiene dos niñas. Hace unos años invirtió su dinero en un local para transformarlo en vivienda, 85.000 euros, pero la desahuciaron y no ha podido acceder al programa de emergencia social. La PAH denuncia que el gobierno de Colau aún no ha modificado la normativa que tiene en cuenta a familias que viven en locales. Lo más dramático es que su hija de seis años «ha faltado todo el tercer trimestre a la escuela porque tenía miedo de que la echaran de su casa».

Con esta «okupación», la PAH reivindica el derecho a la vivienda, reclama a las administraciones más vivienda social y denuncia prácticas abusivas del mercado.