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Alerta policial: 900 agentes para los radicales del 21-M

En los disturbios del año pasado se saldaron con 29 personas detenidas
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El sábado vuelven las Marchas de la Dignidad ante un fuerte dispositivo de seguridad

El año pasado terminaron en enfrentamientos especialmente violentos y, aunque en esta edición también se prevén altercados, la Policía espera que las Marchas de la Dignidad que llegan desde hoy a Madrid –aunque la gran manifestación se celebra el sábado– hayan bajado el nivel de violencia. «Volvemos a Madrid» es el eslogan de este año y los principales motivos de la marcha, según explicaron ayer en la presentación oficial en el Ateneo, son denunciar el «humo» que venden desde el Gobierno por decir que se está saliendo de la crisis, reclamar «pan, trabajo y techo» para todos y, el objetivo final, una Huelga General para el próximo mes de octubre. Las marchas, que llegarán desde todos los puntos de España, se han repartido en ocho principales columnas además de una novena llamada «Memoria Histórica», que saldrá desde la Puerta del Sol. Todas se unirán en la plaza de Colón para leer, a las 18:00 horas del sábado, el manifiesto final y, si ocurre lo mismo que el año pasado, a partir de ese momento, comenzarían los enfrentamientos directos con los agentes de al UIP allí desplegados. Desde el Grupo 23 de la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional –especializado en la ultraizquierda y el «combate urbano»– están alerta desde hace meses a esta convocatoria y esperan la presencia de grupos radicales. De hecho, el dispositivo de seguridad que se está ultimando estos días en la Delegación del Gobierno aún dirigida por Cristina Cifuentes (la del sábado será su última «cumbre radical») es muy amplio. Si el año pasado hubo 1.200 agentes velando por al seguridad de los asistentes y del resto de ciudadanos, este año habrá unos 900 agentes de al UIP. Serán 21 grupos operativos y, vendrán 6 grupos de fuera de Madrid: dos de la III UIP (Valencia), dos de la VIII UIP (A Coruña) uno de la VII UIP (Valladolid) y otro de la IX UIP (Oviedo).

Pero además de Seguridad Ciudadana, tendrán un papel importantísimo los agentes de la Brigada Provincial de Información. Fuentes policiales aseguraron ayer a este diario que, por primera vez, se hará una experiencia piloto y se trabajará directamente con los grupos de Información de las comisarías locales para que cada uno tenga identificados a los radicales de sus municipios durante las marchas. El principal objetivo este año es evitar los disturbios del año pasado, que terminaron con un centenar de heridos, entre ellos, 67 policías.

La convocatoria de esta gran movilización ciudadana la realiza la Coordinadora 25-S que, desde hace cuatro años, ha tomado el testigo de la Coordinadora Antifascista y suele estar detrás de estas iniciativas. Aunque el 90 por ciento de los asistentes son pacíficos siempre tratan de unirse grupos radicales de extrema izquierda (antifasctistas y anarquistas) para reventarlas y «luchar» contra la Policía.

Aunque el lunes llegó una avanzadilla del SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores) se prevé que la mayoría de las columnas lleguen mañana o el sábado por la mañana en autobuses fletados. Entre ellos, la Policía ha detectado ya a miembros de juventudes independentistas catalanes, vascos, asturianos, andaluces («Jaleo»), y gallegos (Assembleia da Mocidade Independentista, «AMI»). Sin embargo, el núcleo duro saldrá de Madrid. Yeska (las juventudes de Izquierda Castellana), principalmente asentados en Vallecas, y Distrito 14 –unos jóvenes de Moratalaz que se están intentando hacer hueco en el mundo de la ultraizquierda desde hace unos meses y han tomado el relevo de «Bukaneros», algo debilitados desde los últimos golpes policiales– serán los asistentes más activos al término de la manifestación, que es cuando suelen comenzar los disturbios.

Otros que, al parecer, saldrán la misma tarde del sábado desde Tirso de Molina son un grupo de anarquistas, también muy violentos, según fuentes policiales. Además, llegarán radicales de ultraizquierda desde tetuán y otros municipios como Alcorcón (los «Alkor Hooligans») o Pozuelo («Reconstrucción Comunista»).