Jardinería

Evita que los tomates se agrieten y se partan con un simple consejo de riego

Las grietas, además de afear los tomates, pueden hacer que insectos y hongos invadan su interior, dañando la pulpa y acelerando su deterioro

Evita que los tomates se agrieten y partan con un simple consejo de riego
Evita que los tomates se agrieten y partan con un simple consejo de riego Pixabay

No hay nada más decepcionante que cuidar una tomatera con esmero durante semanas, y que la cosecha resulte en unos frutos agrietados, rotos y nada apetecibles. Las grietas, además de afear los tomates, pueden hacer que insectos y hongos invadan su interior, dañando la pulpa y acelerando su deterioro.

Afortunadamente, este problema común tiene una solución sencilla: el riego constante. Mantener una rutina de riego uniforme puede marcar una gran diferencia en la salud de tus tomates y en la calidad de la cosecha.

¿Por qué se agrietan los tomates?

El agrietamiento suele ser consecuencia directa de cambios bruscos en la humedad del suelo. Si después de una sequía repentina hay un exceso de agua, como una lluvia intensa o un riego abundante, los tomates pueden absorber más líquido del que su piel puede manejar, lo que provoca que se partan.

Este fenómeno es más frecuente en cultivos al aire libre, donde el clima es impredecible, pero también puede suceder en invernaderos si no se mantiene un control riguroso del riego. La clave está en evitar fluctuaciones y establecer una rutina estable.

Cómo regar los tomates para evitar que se partan

El mejor truco para prevenir tomates partidos es seguir un programa de riego regular y constante. Esto significa aplicar agua de forma controlada y uniforme, sin altibajos drásticos de una semana a otra.

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Para saber si la planta necesita o no agua basta con introducir un dedo en la tierra hasta unos 2,5 cm. Si está húmeda, puedes esperar. Si está seca, es momento de regar.

Este método sencillo te permitirá adaptar el riego según las condiciones climáticas y evitar el exceso o la escasez de agua, especialmente durante los meses calurosos de verano, cuando el suelo se seca más rápido.

Técnicas de riego recomendadas

Para evitar que las hojas, ramas y frutos se mojen, lo que puede favorecer enfermedades, lo mejor es aplicar el agua directamente en la base de la planta, usando una regadera de cuello estrecho o una manguera con boquilla.

Evita los aspersores y asegúrate de que el agua penetre bien en las capas profundas del suelo, donde están las raíces. Esta técnica no solo previene el agrietamiento, sino que también fortalece el sistema radicular de las tomateras.

Si un tomate ya está agrietado pero no completamente maduro, puedes cosecharlo y dejar que termine de madurar en casa. Y si está listo para comer, basta con cortar la parte dañada.