3 señales del estrés en tu boca

El estrés es ya casi una epidemia global que también incide en tu salud bucodental

El estrés es una respuesta automática de nuestro cuerpo ante cualquier cambio ambiental, externo o interno. Nuestra boca no es ajena al resto del cuerpo y por ello, así reacciona cuando el estrés empieza a pasarte factura.

BOCA SECA. Antes del estrés, nuestro cuerpo se pone en posición de ataque y, entre otros efectos, se reduce la cantidad de saliva. Si esto te pasa muy a menudo, el riesgo de infecciones y de caries se multiplica, ya que la saliva tiene una función antimicrobiana.

IRRITACIONES BUCALES. Las defensas disminuyen en situaciones estresantes y nos hacemos más vulnerables a bacterias y virus. Pueden aparecer aftas (llagas) o herpes en los labios. Si los tienes, evita los enjuagues bucales o colutorios que contengan alcohol y consulta a un especialista si no desaparecen en dos semanas.

GINGIVITIS. Cuando estamos estresadas, nos cuidamos menos. Nos cepillamos los dientes a toda velocidad y comemos peor. Por todo ello, aumenta la placa dental (las bacterias que se adhieren a los dientes), que irritan las encías. Si la gingivitis va a más, deriva en otra enfermedad más grave: la periodontitis que puede provocar la pérdida de alguna pieza.