Ayuntamiento de Madrid

Un elemento más de combate: el arte

Un elemento más de combate: el arte
Un elemento más de combate: el artelarazon

No hace muchos días, menos de un mes, fue desmontada en el distrito de Tetuán, concretamente en la confluencia de las calles Hierbabuena con Nuestra Señora del Carmen, una instalación artística, ciertamente singular, denominada “Hypertube” por sus creadores. No voy a entrar en cuestiones estéticas que sin duda no me corresponden pero no puedo evitar expresar mi profunda preocupación ante actuaciones como esta.

Defienden la libertad de expresión para los artistas y a continuación expresan que siempre que el Arte no discrimine a nadie. Aquí está la trampa. Hay que evitar el uso propagandístico de la obra y retirarla inmediatamente si se detecta este síntoma, para recluirla en los archivos, si tiene valor documental, según su propio criterio, o destruirla si consideran que carece de valor.

Como el Arte debe ser combativo se posicionan frente al Arte burgués por ser un reflejo de las clases dominantes. Con estos criterios el Arte de la Antigua Grecia debería desaparecer por pertenecer a una etapa esclavista.

Llevarse el Hypertube de Tetuán ha sido una gran pérdida. Era una construcción quizá extraña o insólita pero diseñada por un grupo de jóvenes arquitectos del barrio que se habían ofrecido a explicar de nuevo su obra e incluso a modificarla. La justificación de la Junta Municipal, ante semejante atropello, se ha basado en que no era del agrado de los vecinos, que la consideraban poco estética, además de peligrosa para sus menores. Acto seguido la han enviado a Vallecas. Y yo me pregunto, ¿consideran que los vallecanos tienen peor gusto? Eso sí que es un desprecio y una discriminación. Por otro lado deberíamos educar a nuestros menores en el respeto a las expresiones artísticas en todas sus facetas, si queremos formar ciudadanos respetuosos y amantes del Arte.

Esta es sin duda una actuación partidista y sectaria, apoyada por un grupo de vecinos minoritario claramente afín a la Concejala Galcerán, tan defensora ella de los okupas.

El equipo de arquitectura PKMN, con reconocimiento internacional, debía haber sido consultado o , al menos informado de la retirada de su obra que no pretendía otra cosa que ser una “actuación efímera” que convirtiera un espacio deteriorado en un punto diferente para el encuentro de las personas. Pretenden imponernos hasta sus criterios estéticos, lamentable.