La amenaza yihadista

Cataluña supera a Ceuta y Melilla en enviar yihadistas

La Razón
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Cataluña está desplazando a Ceuta y Melilla como punto de partida de yihadistas para incorporarse al Estado Islámico, el Daesh, en la zona de combate de Siria e Irak, según expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN. En los últimos tiempos, el número de individuos que han logrado su objetivo desde esta Comunidad Autónoma fluctúa entre los 10 y los 30, segun los medios que se consulten. Sin embargo, todos coinciden en que se trata de un problema que crecerá con el paso de los meses.

Desde principios del año pasado, los investigadores detectaron que la inmensa mayoría de los nuevos yihadistas que son adoctrinados en Cataluña tienen como objetivo nutrir las filas del Estado Islámico. Algunos se integraron en el subgrupo de esta formación Harakat Sham Al-Islam, compuesto por nacionales marroquíes, pero los expertos le dan por casi desaparecido después de haber sufrido serios reveses durante los combates que tienen lugar en la zona.

Las mismas fuentes subrayan que la captación, adoctrinamiento y reclutamiento de militantes y adeptos a la causa yihadista va a ser en el futuro un fenómeno con especial incidencia en Cataluña. Un buen número de sirios han llegado a esta comunidad autónoma en los últimos 12 meses y han pedido amparo internacional. En unos casos, procedían de Europa y, en otros, utilizaron el Aeropuerto del Prat.

Otro asunto que investigan los agentes antiterroristas es el de la ingente cantidad de envíos de fondos realizados por los inmigrantes musulmanes asentados en Cataluña a sus familias en los diferentes países de origen. Se sospecha que algunos de estos envíos sean, en realidad, operaciones de micro-financiación de células yihadistas en otros países.

Todos estos problemas están entroncados en la existencia de comunidades islamistas radicales en barrios y zonas aisladas (por los propios musulmanes, en plan guetos) en varias localidades catalanas, donde tratan de reproducir su hábitat de procedencia.

De esta manera, intentan facilitar el desarrollo de su actividad socio-religiosa y laboral (mezquitas y oratorios, carnicerías, bazares, locutorios). Todo ello redunda, según las referidas fuentes, en la falta de integración y consiguiente radicalización religiosa.

Los investigadores prestan también atención al fenómeno de los estudiantes procedentes de países musulmanes que acceden a estudios universitarios de carácter técnico-científico en las distintas universidades catalanas.

Se considera que existe un riesgo potencial de que alguno de ellos pudiera poner sus conocimientos al servicio de alguna organización terrorista, que podría fabricar armas y artefactos más destructivos.