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Vermaelen ya está aquí

El central marcó el gol que dio el triunfo al Barcelona en un partido en el que el Málaga de Gracia acertó a maniatar al tridente azulgrana

El defensa belga del FC Barcelona Thomas Vermaelen (i) celebra su gol con Jordi Alba, durante el partido
El defensa belga del FC Barcelona Thomas Vermaelen (i) celebra su gol con Jordi Alba, durante el partidolarazon

El central marcó el gol que dio el triunfo al Barcelona en un partido en el que el Málaga de Gracia acertó a maniatar al tridente azulgrana

¿Sería el Málaga capaz de repetir la gesta de la temporada pasada? Ganar lo tenía muy complicado, pero estaba aguantando muy bien al Barcelona, víctima de su ritmo previsible, cuando apareció Vermaelen, como si de un extraterrestre se tratase, para arreglar todos los problemas que el tridente, que volvía 87 días después, no había podido resolver durante más de una larga hora. El belga, un año inédito por culpa de una lesión, le ha quitado el puesto a Bartra y desde ayer se ha ganado un pedacito en el corazón de los azulgrana.

El día de Vermaelen lo vivió el Barcelona convencido de que en algún momento el Málaga aflojaría las piernas, cometería un error y permitiría sacar el partido adelante. Pero los de Javi Gracia se vendieron muy caros. Muy ordenados en defensa, con Kameni efectivo en la portería y con las ideas claras cuando el balón lo tenían en su poder, no permitieron que el Barça tuviese continuidad en su juego. Los cambios de orientación de Messi, los de Neymar, los desmarques de Suárez no eran suficientes para doblegar al rival porque Iniesta y Rakitic no estaban muy inspirados; les faltaba continuidad a su juego y el equipo ponía una marcha previsible lo que facilitaba el repliegue del rival. La pelota siempre fue azulgrana. Sin embargo, en muchas ocasiones no la trató con criterio el equipo azulgrana ante un Málaga que perdió a Weligton muy pronto (m. 28). Era un partido descafeinado con un cabezazo de Mascherano, que rozó el larguero, una ocasión de Cop y dos jugadas para la polémica en un minuto. Mano de Torres, desde el suelo, en una acción de Neymar y una caída de Luis Suárez ante Angeleri. Protestas, el beneficio de la duda arbitral y la constatación de que el Barcelona no andaba fino. Estaba atrancado. Poquitas ideas en un primer tiempo en el que Busquets cometió un tremendo error que pudo costarle caro. Juankar disparó desde cuarenta metros – como hizo San José en la Supercopa–, pero en esta oportunidad el balón se fue lejos de Bravo que no estuvo en Bilbao.

Las reflexiones de Luis Enrique al descanso debieron ser muchas porque el equipo aparecía lento en la transición y no encontraba soluciones para derribar las dos líneas de cuatro que Javi Gracia había plantado delante de Kameni. Generosos los andaluces en las coberturas, con trabajo de Tissone y Recio para sostener el centro del campo ante Rakitic e Iniesta. Messi aparecía con cuentagotas y Neymar, que se ofrecía siempre, tampoco alcanzaba su fútbol cumbre con sus diagonales, aunque para volver después de un periodo largo sin jugar, la realidad es que el brasileño cumplió hasta que terminó agotado y Luis Enrique le cambió en los últimos minutos. Luis Suárez, el que más buscó el remate, tampoco halló las soluciones ante Albentosa y Angeleri. El Barça había consumido un tiempo sin hallar el juego necesario para romper al Málaga, perfecto en defensa y con avisos en ataque de Amrabat.

Las segunda parte no alteró el planteamiento. El Barça no podía meter una marcha más y el Málaga no se bajaba de su guión. Javi Gracia había estudiado muy bien al rival y había pocos resquicios para que aparecieran las estrellas azulgrana. El tridente, los tres tenores, estaban mudos aunque con ellos en el campo en cualquier momento puede llegar la ocasión, la oportunidad de voltear un partido de los que se ponen muy cuesta arriba, que es lo que le pasaba al Barça ayer, empeñado en jugar siempre por dentro sin hallar el pase definitivo, pese a que Messi, Neymar y Luis Suárez pusieron a prueba a Kameni.

El partido se le iba por la gatera a Luis Enrique, que pedía más intensidad y más movimientos en el área rival. Los córners no eran un problema para la defensa malagueña y la estrategia, pese a los gritos de Unzué, no daba sus frutos. Así hasta que en un saque de esquina la pelota llegó a Luis Suárez, que centró desde la izquierda. Hubo un rechazo de Kameni y apareció Vermaelen, que no había tenido tiempo de regresar a sus misiones defensivas, para lanzar un zapatazo al que no llegó el meta camerunés. Un gol, un tesoro, que acababa con los recuerdos del curso pasado y que permitía al Barcelona asegurar el resultado y conseguir los tres puntos en un día en que le costó encontrar su mejor fútbol.

Vermaelen, fichajes de Zubizarreta, le robó el plano y el protagonismo al tridentes. Un actor secundario, que tiene muy buenas maneras, se convirtió en el salvador de un Barcelona que anda apagado y sin brillo.

- Ficha técnica:

1 - Barcelona: Bravo; Sergi Roberto, Mascherano, Vermaelen (Mathieu, min.90), Jordi Alba, Sergio Busquets, Rakitic (Rafinha, min.63), Iniesta, Messi, Luis Suárez y Neymar (Sandro, min.86).

0 - Málaga: Kameni; Rosales, Angeleri, Weligton (Raúl Albentosa, min.25), Miguel Torres; Ricardo Horta (Juanpi, mn.73), Recio, Tissone, Juankar; Amrabat (Charles, min.54) y Cop.

Goles: 1-0: Vermaelen, min.72

Árbitro: Jaime Latre (Comité aragonés). Mostró tarjeta amarilla a Recio (min.43), Tissone (min.90) y Miguel Torres (min.91).

Incidencias: Partido de la segunda jornada de la Liga BBVA disputado en el Camp Nou ante 80.812 espectadores. Antes del encuentro, el capitán del Barcelona, Andrés Iniesta, ofreció a la afición el título de la Supercopa de Europa y el delantero Leo Messi, el premio que recientemente le otorgó la UEFA como Mejor Jugador de la temporada 2014-15.

EFE