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Real Madrid: Objetivo, volver a agosto

Los jugadores buscan en su memoria la intensidad y el fútbol del comienzo de temporada, cuando arrollaron a Barça y United. «Lo importante es en junio», recuerda el vestuario

Real Madrid: Objetivo, volver a agosto
Real Madrid: Objetivo, volver a agostolarazon

Los jugadores buscan en su memoria la intensidad y el fútbol del comienzo de temporada, cuando arrollaron a Barça y United. «Lo importante es en junio», recuerda el vestuario.

Dos derrotas consecutivas del Real Madrid en menos de cuatro días es lo más parecido que existe al fin del mundo en el universo futbolístico. El doble campeón de Europa cedió en Wembley ante el Tottenham después de perder en Montilivi, «un mal momento», en palabras de Zidane, Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo, «del que nos levantaremos». El técnico reconoció la superioridad del rival y el bajón de forma de algunos de sus futbolistas antes de empezar a pensar en lo que viene. «Sabemos cómo cambiar el chip», continuaba Zizou, que va normalizando unos números increíbles desde su llegada. El vestuario blanco coincide en que lo importante es en junio, el mes en el que se ganan los títulos, y para eso trabajó en agosto con un arranque estratosférico.

El objetivo es volver al verano, a ese equipo con hambre de ganarlo todo que derrotó al Barça en los dos choques de la Supercopa de España y arrolló al United en la de Europa. De paso, comenzó la Liga con una goleada en Riazor, en la que uno de los tantos llegó después de más de veinte pases sin que el rival pudiera tocar la pelota. «Hemos perdido el fútbol», lamentaba en Londres Modric, uno de los futbolistas que más ha empalidecido últimamente. El esprint inicial para sumar los dos primeros trofeos de los seis a los que opta el Madrid saturó a los jugadores física y mentalmente, pero nada alejado de lo normal si se tiene en cuenta que esta plantilla tiene que competir hasta la próxima primavera.

Los números de agosto, con cuatro victorias y un empate en cinco partidos (12 goles a favor y 4 en contra), han ido empeorando en los dos últimos meses. En septiembre el Real jugó un encuentro más, ganó cuatro, igualó uno y cayó ante el Betis, en uno de los primeros días en que las sensaciones no fueron las mejores. Antes había empatado en casa con el Valencia, pero aquel día los de Zizou fueron claramente superiores al rival y sólo la falta de puntería y la heroica actuación del guardameta contrario evitaron sumar los tres puntos.

En octubre, el grupo ha seguido perdiendo un poco el hilo con las dos últimas derrotas, algo a lo que no han ayudado las lesiones. Bale, estrella de este equipo y de cualquiera de los grandes de Europa, volvió a ser víctima de los problemas musculares, lo mismo que Varane, el defensa más en forma. Carvajal, el oxígeno ofensivo del grupo casi siempre, quedó fuera por una pericarditis y Kovacic, que hubiera ahorrado esfuerzos a los otros mediocentros, también tuvo que parar. El proceso de adaptación de nuevas caras como Ceballos y Llorente ha llevado a Modric y Kroos, por ejemplo, a tener que jugar mucho y ambos han perdido un poco la afinación.

El Madrid no ha encontrado el «feeling» en los últimos encuentros, pero ya fuera de su paraíso de agosto ha dejado varias pistas de lo que fue y de lo que, seguramente, seguirá siendo en cuanto unas cuantas victorias confirmen que el fin del mundo tendrá que esperar. En Anoeta, en la cuarta jornada de Liga y con una Real pletórica, que lo había ganado todo hasta entonces, los blancos dieron un golpe de autoridad en forma de goleada. Lo mismo hicieron en Dortmund para encarrilar el pase a octavos de la Liga de Campeones, convirtiendo en costumbre lo que antes era una quimera: ganar en Alemania.

Ésta es la pista que intenta seguir el campeón de Europa: recuperar la memoria y la intensidad de esas noches mientras se vacía la enfermería y se adaptan los del equipo B. «No estamos contentos, pero se puede perder alguna vez», recuerda Zidane. El curso pasado, también encadenaron dos derrotas (Celta, en Copa, y Sevilla, en Liga). Era enero y la nota en junio fue sobresaliente.