Un equipo que cree

El Real Madrid no quiere dejar escapar puntos en este comienzo, que luego pueda echar de menos. Ha aprendido a no hundirse frente a las adversidades.

Los primeros partidos de Liga, en agosto, con el calor, con muchos socios de vacaciones, dan la impresión de importar menos que lo que viene después. La mayoría de los equipos están en proceso de rodaje y se piensa que estos duelos son para ir tomando la temperatura de la competición. Después, con la temporada ya avanzada, a veces, se echan de menos los puntos que no se ganan ahora. Le sucedió al Real Madrid en la campaña pasada, cuando en la remontada final le faltaron las victorias que no consiguió al principio. En el choque contra el Celta demostró que quiere la Liga y que no se va a despistar como ha sucedido otros años.

Fuerza psicológica...

El Celta le complicó mucho el partido a los blancos, porque aguantó bien la presión inicial del Madrid y después le fue comiendo el terreno. «Ha salido el partido planeado. El Madrid no estuvo cómodo. Supimos anticiparnos destacando el esfuerzo solidario de los jugadores. Ha sido una buena actuación con errores puntuales en lugares del campo comprometidos y el Madrid no perdona. Íbamos perdiendo, lo emparejamos y nos volvieron a castigar», explicaba Berizzo. Ésa fue la clave. El Madrid jugó «así, así», según palabras de Zidane, pero supo aprovechar sus ocasiones y principalmente supo levantarse cuando el Celta empató y pudo ir por el encuentro y desmoralizar al rival. «Un partido así a veces puede pasar», decía Zidane: «Me quedo con ver que hemos creído hasta el final». Algo parecido sucedió en la final de la Champions, cuando le empató el Atlético. Los jugadores blancos muestran fortaleza psicológica para no hundirse y seguir creyendo en la victoria en los momentos peliagudos.

...Y física

Al Celta el choque se le hizo muy largo. Había trabajado mucho en la presión a los centrocampistas del Madrid y la segunda parte no se le acababa nunca. Berizzo destacó el esfuerzo físico de sus futbolistas para, tras el descanso, intentar llegar a la portería rival. Lo que hizo que, en muchas ocasiones, no llegasen para defender los ataques del Madrid. Zidane gastó los tres cambios, siempre pensando en el ataque y también en dar aire a los suyos. En Anoeta, el Madrid dio la impresión de tener más oxígeno que la Real Sociedad y lo mismo sucedió el sábado. Estamos a principio de temporada y el exigente trabajo físico hecho en verano no ha afectado a los jugadores madridistas. Zidane está teniendo mucho cuidado en no agotar a los suyos. El caso Modric vale como ejemplo: estaba siendo el mejor del Real Madrid y con sus cambios de ritmo descolocaba al rival. Y fue sustituido: «Luka dio mucho físicamente y tenía que meter más frescura. Está un poco por detrás de los demás», dijo Zizou.

Todos a una

Zidane insiste en que cuenta con todos los futbolistas porque la temporada es larga, habrá descansos y se sufrirán lesiones, pero eso no va a consolar a quienes consideran que tienen que ser titulares y no juegan. Hay varios casos que podían sentirse agraviados. Por ejemplo, Lucas Vázquez, primer recambio la campaña pasada y que ésta ha comenzado por detrás de Asensio. Ayer, sin embargo, Zidane le sacó para revolucionar el partido y el extremo volvió a hacerlo: vertical, con regate y derrochando esfuerzo sin pensar en otra cosa. Con James sucede lo mismo. O con Morata, que está siendo titular con la convicción de que cuando se recuperen los futbolistas que ahora están de baja, no va a haber sitio para él. Pero es uno de los futbolistas que más se sacrifica por los demás y todos lo agradecen.

Zidane les ha convencido de que esto es un juego de equipo y que todos tienen que trabajar hasta el último minuto para sacar los partidos adelante. Sucedió en la Supercopa contra el Sevilla y el sábado contra el Celta. Frente a las adversidades, el Madrid ha aprendido a luchar.