Elecciones generales

Rajoy: será más caro un contrato temporal que uno indefinido

Rajoy se dirige a los vecinos de Benavente subido en un banco de los Jardines de la Mota de la localidad
Rajoy se dirige a los vecinos de Benavente subido en un banco de los Jardines de la Mota de la localidadlarazon

El presidente piensa que «para gobernar antes hay que haber sido por lo menos concejal».

«Quien de Castilla señor quiere ser, a Olmedo y Arévalo de su parte ha de tener». Desconocemos si Mariano Rajoy está al tanto del dicho, y aunque en tierras castellanas juega en casa, ayer dedicó la jornada a convencer a los paisanos de Olmedo (Valladolid) y Benavente (Zamora) con sus mejores argumentos de cara al 20 de diciembre. En la localidad vallisoletana aprovechó la garantía de su experiencia para contraponer sus años en la Administración a la bisoñez de sus principales contrincantes, y subrayó que para gobernar «hay que haber sido al menos concejal».

Criticó así a sus principales rivales porque «todos» ellos, dijo, «presumen de que no han gobernado nunca». Y es verdad, añadió el jefe del Ejecutivo, pues «ni siquiera han pasado por una concejalía, que es una excelente escuela para llegar aprendido a los sitios y evitar» situaciones como las que se vivieron en España años atrás, en alusión al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En ambas localidades, y en discursos al aire libre a bajas temperaturas –con un abrigo que, en los paseos por los pueblos que lleva semanas recorriendo, no se había tenido que poner hasta ayer–, Rajoy hizo una encendida defensa del mundo rural, criticando veladamente a Ciudadanos por pedir la supresión de las diputaciones, las conexiones de alta velocidad o la eliminación de los municipios de menos de 5.000 habitantes.

Tanto en Olmedo como en Benavente, en presencia de numerosos pensionistas, Mariano Rajoy subrayó que con su Gobierno se ha mantenido el sistema de pensiones y prometió que, al igual que no congeló estas prestaciones en los últimos cuatro años, no lo hará si sigue en La Moncloa en la próxima legislatura.

Como primer objetivo, el presidente situó la creación de empleo, que sólo es posible, aseguró, manteniendo la misma política económica y «no inventar cosas que no sirven para nada y que son producto de decisiones en los despachos». Y dentro de la creación de empleo el objetivo es que sea estable, recalcó Rajoy, quien recordó la promesa que hizo la noche del lunes de elevar a cuatro años la exención de cotización para los primeros 500 euros en los contratos indefinidos. «Va a ser más cara la seguridad social del contrato temporal que la del indefinido», subrayó.

En Benavente, Rajoy recordó además la promesa que su partido incluye en el programa electoral de reformar la ley para que gobierne en los ayuntamientos la lista más votada y evitar así que las alcaldías sean, como ocurrió en esta localidad –donde ganó el PP pero gobierna el PSOE en coalición con IU– producto de «compadreos, pactos e historias» entre distintas fuerzas políticas, informa Efe.

Ante cerca de un millar de personas, subido en un banco en los Jardines de la Mota –en el mismo lugar en que en 2006 intentaron boicotear su visita– , el presidente defendió una vez más la unidad y la soberanía nacional, porque «lo que sea España lo tienen que decidir los españoles, no sólo una parte», en referencia al conflicto con Cataluña.

Rajoy insistió en que «España no está para experimentos» y necesitan «seguridad, certidumbre y confianza», partidos como el PP, en definitiva, que «tiene 40 años y no hay pueblo de Castilla y León en el que no haya alguien dispuesto a enarbolar su bandera».

La anécdota la protagonizó el alcalde de Benavente, el socialista Luciano Huerga, que esperó al jefe del Ejecutivo a la puerta del Parador con el fin de obsequiarle con la Carta Puebla de Benavente, un documento de 1167 escrito por Fernando II. Sin embargo, un cambio en el itinerario a pie impidió al regidor dar el presente a Mariano Rajoy. Éste, de paseo por el centro de la localidad con una numerosa comitiva del PP, visitó varios comercios, entre ellos una juguetería, donde le obsequiaron con regalos para sus hijos.