Navarra

Bildu impulsará una consulta para integrar Navarra en el País Vasco

Implantará en la comunidad foral el «plan de máximos» de ETA que incluye la expulsión de las Fuerzas de Seguridad y la imposición lingüística del euskera»

Uxue Barkos (izda), ayer, junto a Koldo Martinez (dcha.) y Manu Ayerdi en las reuniones para formar gobierno
Uxue Barkos (izda), ayer, junto a Koldo Martinez (dcha.) y Manu Ayerdi en las reuniones para formar gobiernolarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@54d80f88

Implantará en la comunidad foral el «plan de máximos» de ETA que incluye la expulsión de las Fuerzas de Seguridad y la imposición lingüística del euskera»

Creación de la «gran Euskal Herria»; expulsión de las Fuerzas de Seguridad estatales y de los Ejércitos; los presos; la imposición del euskera)... Las propuestas de Bildu para Navarra son calcadas del programa de máximos que ha mantenido a lo largo de las últimas décadas ETA y su entramado. Bildu, que es tanto como decir ETA, no está dispuesta a perder la oportunidad que otros grupos le han dado para llevar a cabo los planes que desde décadas mantiene para Navarra y hacer buena la frase de Arnaldo Otegui: «Sin Navarra no habrá solución» (al supuesto conflicto que, según él, enfrenta a la «gran Euskal Herria» con España).

Según los momentos y las conveniencias, su estrategia la disfraza con frases más o menos suaves; palabras convenidas, etcétera, pero detrás de todo ello está el programa máximo. Eso ocurre con el documento que han elaborado para el inicio de la legislatura. Por ejemplo, proponen: «Planteamos la realización de una consulta para decidir el modelo de relaciones de Navarra con otros territorios vascos (el País Vasco y provincias del sur de Francia) y su articulación jurídico-institucional (la gran Euskal Herria). El aire fresco tiene que comenzar a fluir desde ya en esta sociedad navarra tan necesitada de cambios estructurales. Es hora de mojarse y tomar partido, de aportar cada cual lo mejor de sí mismo/a, porque la ciudadanía navarra y su futuro lo necesitan». Todo ello, por supuesto, para lograr la independencia de España y Francia.

Saben los bildutarras que todo esto no es posible sin el control de la seguridad y de las Fuerzas de Seguridad forales. Para ello, se han asegurado que la consejera que se va a encargar de este delicado asunto sea de su grupo: «Propondremos que la gestión de todo lo relacionado con la seguridad ciudadana y el ejercicio de las libertades democráticas recaiga en el Gobierno de Navarra y que para ello asuma las plenas competencias en este apartado». Cuando hablan de plenas competencias es porque en su programa tienen previsto su propio modelo policial. Proponen «afrontar un debate sobre el modelo policial en su integridad y así acordar y decidir un proceso de readecuación y redimensionamiento de las fuerzas policiales que hoy en día actúan en Navarra». La frase esconde uno de los puntos del programa básico de ETA, que no es otro que la salida de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía, así como de los Ejércitos, de la Comunidad Foral.

Otro punto del programa básico de Bildu aboga por redactar una Ley de Símbolos: «Hay que abordar un debate abierto a la sociedad sobre una nueva ley de símbolos que respete la diversidad de la ciudadanía navarra y sus elementos representativos. Una nueva ley abierta y no restrictiva que garantice la convivencia y facilite forjar entre todos un imaginario colectivo común donde toda la ciudadanía se sienta cómoda. Debiéramos someter esta ley también a refrendo por la ciudadanía». Para los bildutarras el asunto de la ikurriña, como pasó en el chupinazo, es uno de los grandes problemas de Navarra.

Mención aparte tiene la «política lingüística». «Navarra ha de responder a su diversidad y ofrecerle cauces de expresión y desarrollo. La política lingüística aplicada por el Régimen hasta hoy día es sinónimo de exclusión, de negación de la propia identidad cultural y lingüística de Navarra, de acoso permanente a ese valor innegable que es nuestra lengua propia, el euskara. Pensamos que Navarra necesita una nueva ley que considere al euskara como patrimonio de la ciudadanía navarra, que regule la política lingüística superando la zonificación impuesta por la Ley del Vascuence y que garantice el derecho a conocer y a vivir en euskara. Pero al igual que en los otros apartados, la elaboración de la nueva ley no puede resultar de un mero acuerdo entre formaciones políticas o de un acuerdo de gobierno. Ni puede depender exclusivamente del Gobierno de turno o de mayorías parlamentarias que puedan cambiar al cabo de cuatro años. La nueva ley ha de ser fruto de un debate social con participación preferente de los colectivos de defensa del euskara y de la comunidad educativa en general (se entiende que al margen del Parlamento)».

Los presos y la política penitenciaria no podían faltar: «A corto plazo Navarra ha de conseguir la competencia plena en materia de política penitenciaria. A medio-largo plazo habría que definir y decidir el modelo de justicia penal en toda su complejidad».

Bildu pretende que todos estos puntos estén sustentados en una Ley de Bases que regule el marco de participación y decisión del nuevo estatus político, desde la política lingüística hasta el modelo institucional, desde la política de empleo hasta la igualdad. Desde las infraestructuras y la política energética hasta el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo; desde la Renta Básica que garantice la dignidad humana y el modelo de salud pública hasta el marco de relaciones con el Estado». Lo dicho, bonitas palabras para, en definitiva, repetir lo de siempre.