Iglesias acelera el diseño de un Vistalegre «anti-Errejón»

Envía una carta a las bases con su propuesta de una única votación

Quedan diez días para que los inscritos de Podemos decidan cuál será el formato de la segunda asamblea estatal de Podemos, pero la «pinza» formada por Iglesias y los anticapitalistas trabaja ya para lograr que en Vistalegre II sólo haya una votación en la que se unifiquen tanto los candidatos al nuevo Consejo Ciudadano Estatal como los documentos políticos que guíen la estrategia del partido durante la legislatura. El propio Iglesias envió ayer una circular en la que pedía a los militantes del partido que se involucren en la próxima asamblea «porque lo procedimental es previo pero es también algo muy importante... y en Podemos lo importante lo decide la gente». Adjunto a la misiva, el secretario general incluye «una guía básica que explica todo el proceso» ya que es «muy importante que fijemos las reglas básicas de juego de la segunda Asamblea Ciudadana Estatal lo antes posible». So capa de «cambiar el sistema de votación del Consejo Ciudadano de Podemos y sustituirlo por uno más proporcional y más inclusivo con las minorías», el secretario general ha puesto en marcha la maquinaria interna del partido –con la colaboración del anticapitalista Echenique desde la secretaría de organización– para acelerar el diseño de un Vistalegre II a su medida.

Según se establece en la guía que regirá la consulta a las bases del próximo 18 de diciembre, las propuestas tienen que llegar a través del formulario habilitado para ello e incluir de manera explícita la respuesta a las siguientes preguntas: «¿cómo funciona el sistema electoral (esto es, cómo son las listas, cómo se computan los votos, correcciones de género o de otro tipo, etc.)?»; «¿Cómo se asocian (o no) los documentos éticos, organizativos y políticos a las candidaturas y cuándo y cómo se votan?»; y «¿cuántos miembros electos tendrá el nuevo Consejo Ciudadano Estatal?». Según consta en la guía que ha publicado el partido, esa consulta previa sobre las fórmulas de votación pretende, en primer lugar, que todos los equipos «sepan a qué atenerse desde el inicio, maximizando así la seguridad jurídica y la igualdad de oportunidades», y en segundo lugar que una vez decidida la forma de voto el debate en la Asamblea se pueda centrar más en las ideas «y menos en la táctica de la disputa por la dirección». Bajo este juego retórico, la dirección del partido da un paso adelante definitivo para preparar una asamblea ciudadana en Vistalegre que terminará con un Podemos más en las manos de Iglesias que nunca, ya que, al no permitir a la corriente errejonista que se voten por separado sus documentos políticos, el peso específico del que hoy por hoy es el principal sector crítico se verá francamente reducido en el conjunto del debate.