PSOE

Sánchez busca una coartada para postularse como alternativa

Entiende que si Rajoy fracasa en la investidura, el PSOE podrá articular su propia candidatura

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante su comparecencia posterior a la reunión que mantuvo con Mariano Rajoy
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante su comparecencia posterior a la reunión que mantuvo con Mariano Rajoylarazon

«Estoy convencido de que habrá Gobierno, de que la legislatura va a echar a andar y de que encontraremos una solución en las próximas semanas». Este mensaje de confianza que Pedro Sánchez lanzó al final de la comparecencia posterior a su despacho con el Rey Felipe VI sembró todavía más dudas sobre los planes a largo plazo que maneja el secretario general socialista. Semejante llamada a la esperanza contrasta, no obstante, con la posición de bloqueo que el PSOE mantiene para la formación de gobierno del candidato popular y que acrecienta los interrogantes sobre cuál será el papel que asumirá el partido para favorecer la gobernabilidad, ya que el líder socialista no fue capaz de precisar en qué basaba su arraigado optimismo. Una hoja de ruta que se niega a desvelar y que parece más confusa, conforme avanzan los días.

Sánchez es consciente de que tras el nuevo varapalo electoral que sufrió su formación el 26 de junio, con un grupo parlamentario diezmado y de sólo 85 diputados, no está en condiciones de liderar «motu proprio» una alternativa al PP. Llegado el momento, necesitará un fracaso de Rajoy para asumir ese rol, vistiéndolo como un gesto de generosidad y responsabilidad para dar un gobierno a un país instalado en el bloqueo. Por ello, el secretario general socialista viene, desde hace días, dejando caer que el PSOE estará en la «solución» y esa solución pasaría por dar un paso al frente si Mariano Rajoy no consigue ser investido. Esta es la condición necesaria que se plantean en Ferraz para entrar en juego y «explorar» las posibilidades de construir una candidatura alternativa.

Si el presidente en funciones se presenta a este proceso y no lo supera –para lo cual no contará con el apoyo del PSOE–, las vías que se abren para evitar unas terceras elecciones pasarían de la «mayoría conservadora», liderada por el PP junto a sus «afines ideológicos», a la «mayoría de cambio», liderada por los socialistas junto a los partidos que demandan una transformación respecto a las políticas del Gobierno en funciones. En esta línea se manifestó ayer el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que –en una entrevista a ACN– confirmó que «si el PP no lo logra – superar la investidura–, el PSOE lo intentará». Eso sí, el dirigente territorial catalán –de la máxima confianza de Pedro Sánchez– dejó muy claros los tiempos de esta asunción de responsabilidades, que no se produciría, en ningún caso, «ni un segundo antes» de que se materialice el fracaso de Rajoy. «Será entonces cuando le corresponderá al PSOE hablar con el resto de fuerzas políticas y proponer una alternativa», destacó, al tiempo que reconocía esta vía como la única forma para «encontrar una salida al atasco político».

Bajo este prisma se entiende la invitación continua que el PSOE hace a Rajoy para que se someta a la investidura, porque aunque no es una «solución suficiente» para que haya Gobierno sí es la «condición necesaria» para ello. El líder socialista considera que lo realmente trascendente de este proceso no es su resultado, sino que se «ponga en marcha el motor de la democracia». Por ello, tal y como hizo él en marzo, animó a Rajoy a presentarse aunque su candidatura no tenga visos de prosperar. «Debe dar un paso al frente y someterse a la investidura. Esa es la verdadera responsabilidad», destacó en su última comparecencia pública. Los planes del PSOE parecieron torcerse esa misma tarde cuando el presidente en funciones dejaba en el aire solicitar la confianza de la Cámara si no cosechaba los apoyos suficientes. El portavoz socialista, Antonio Hernando, salió en tromba para exigir a Rajoy que no se «escondiera» y que no perpetrara una «espantada en diferido». «El PP no puede pretender un debate sin candidato, una vez que ha sido propuesto por el Rey», señaló, criticando que sería «inaceptable e irresponsable especular con la posibilidad de no presentarse».