España vuelve a coger aire

Madrid / Bruselas- En la última de sus jugadas maestras, el mercado logró ayer lo que los políticos de los países periféricos llevaban intentando desde hace muchas jornadas: doblegar la oposición frontal de Alemania a la posibilidad de que los fondos de rescate compren deuda de los estados europeos en apuros. La presión sobre el «bund» germano, cuya rentabilidad se ha disparado un 34,58% este mes (ver gráfico), llevó a la canciller Angela Merkel a señalar que «tanto el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) como el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) figuran entre las opciones posibles para la compra de deuda en el secundario». Eso sí, el procedimiento estará «siempre ligado a unas condiciones», señaló la líder alemana, que no da nada gratis.

Es decir, que los países tendrán que hacer más ajustes para adaptarse al ideal que Merkel quiere para «su» zona euro si piden que los mecanismos de estabilidad los rescaten a través del mercado. Así ha sido en los últimos dos años, a través del BCE, y no parece que nada vaya a cambiar. Lo que sí ha cambiado es el coste de financiación de Alemania, que cerró mayo en el 1,2% y ayer superó el 1,6%.

Todo lo anterior sucedió al cierre de una jornada en la que los inversores escenificaron, una vez más, el poder del mercado, que puede tumbar voluntades políticas simplemente con encarecer el coste de financiación de una economía a través de la deuda cotizada.

Esta dictadura precipitó los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda y ayer consiguió tumbar el recurrente «no» de Alemania. En contraste con el «bund» germano, la deuda española se abarató hasta el 6,744%, lo que provocó una histórica reducción de la prima de riesgo de nuestro país, que cerró en 512,9 puntos básicos (un 6,91% menos). Italia siguió la misma senda.

«Paracetamol financiero»
Las declaraciones de la canciller contrastan con la postura oficial de la Comisión Europea, que señaló que movilizar el fondo de rescate europeo para la compra de bonos soberanos, tal y como se planteó en el marco de la reunión del G-20 de Los Cabos (México), sólo sería un «paracetamol financiero» para una enfermedad mucho más grave. El «cambio de tercio» en Bruselas es cuestión de horas, ya que Alemania dirige, de hecho, el Ejecutivo comunitario.
Según el portavoz de la CE, Amadeu Altafaj, la medida es viable desde el punto de vista legal si algún Estado lo solicita formalmente, pero sólo aliviaría «durante cierto tiempo» la tensión que se vive en los mercados últimamente y no pondría fin a los problemas estructurales que afectan a las economías en apuros.

Precisamente, el primer ministro italiano, Mario Monti, lleva varias semanas, con el apoyo de Madrid, reclamando esta ayuda, ya que tanto España como Italia han hecho todas las reformas necesarias pero siguen siendo diana de los especuladores.

El procedimiento lanzado por Monti contó con el respaldo del líder francés, François Hollande, y del presidente de EE UU, Barack Obama, mientras que la CE negó que en la cumbre del G-20 se hubiera discutido un plan de este tipo.

Pasos decididos hasta doblegar a la canciller
1- MARIO Monti
 El presidente italiano aprovechó el debate en el plenario del G-20 para plantear que el fondo de rescate europeo, dotado con 440 millones de euros, compre bonos de países periféricos, pero no logró arrancar un compromiso de Merkel.
2- FRANÇOIS Hollande
 El dirigente francés se alineó con Italia en el G-20 y abrió la posibilidad de usar los recursos del fondo de rescate permanente para comprar deuda pública. «Italia ha presentado una idea que merece la pena analizar», comentó.

3- BARACK Obama
El presidente de EE UU instó a los líderes europeos a enviar un «mensaje fuerte» a los mercados financieros. «Si la gente sabe hacia dónde va, eso proporciona confianza y rompe la fiebre», apuntó. La Fed anunció ayer un plan de 210.000 millones de euros.

4- MARIANO Rajoy
 El líder del Gobierno insistió en que el plan de asistencia a la banca estará listo hoy y dejó clara «la absoluta determinación» del Ejecutivo de su país para «hacer frente a la crisis» y «cumplir con sus compromisos europeos» en la cumbre del G-20.

5- ANGELA Merkel
 La canciller germana se quedó sola en su oposición a que el fondo de rescate compre deuda pública y ayer abrió la puerta a esta posibilidad «con condiciones».