Portugal

Costa opta por un Gabinete de perfil político

Coloca en Economía a un enemigo de subir el salario mínimo pese a sus pactos con la izquierda

Antonio Costa
Antonio Costalarazon

El palacio lisboeta de Ajuda será esta tarde testigo de la toma de posesión del nuevo Gobierno portugués, encabezado por el socialista Antonio Costa, que se convertirá en el primer Gabinete en llegar al poder en el país sin haber ganado las elecciones. Después de que el jefe de Estado, Aníbal Cavaco Silva, le designara el martes primer ministro, Costa presentó ayer su propuesta al mandatario, que dio su visto bueno a la creación del nuevo Gabinete. El Gobierno socialista, que no incluye a sus socios del Partido Comunista y el Bloque de Izquierda, está formado por 17 ministros, dos más que en la legislatura anterior. Figuras históricas en el Partido Socialista se entremezclan con las nuevas caras de un Ejecutivo que tendrá que hacer equilibrio entre los acuerdos con los socios a su izquierda y las exigencias financieras de Bruselas poco más de un año después de que el país superara el programa de rescate de la troika.

Costa se ha decantado por un Gabinete con un marcado perfil político, frente a la abundancia de ministros técnicos durante la anterior legislatura conservadora. Una de las cuatro ministras del nuevo Ejecutivo, la luso-angoleña Francisca Van Dunem, titular de Justicia, hará historia tras jurar su cargo al convertirse en la primera ministra negra en la historia de Portugal. El socialista Mario Centeno se hará cargo de Finanzas. Economista de prestigio, Centeno analizó en un informe de 2011 las desventajas que supondría la subida del salario mínimo, medida que prometió Costa a sus socios de la izquierda.

Adversario político durante décadas de los socialistas, el Partido Comunista decidió apoyar junto al Bloque de Izquierda la moción de rechazo que presentó la formación de Costa hace poco más de una semana para descabalgar del poder al conservador Pedro Passos Coelho, artífice del duro programa de austeridad de los últimos cuatro año. En las elecciones del 4 de octubre, la coalición liderada por Passos Coelho se hizo con una amarga victoria, insuficiente para sacar adelante su proyecto.

Si desea salir airoso de su aventura política, el nuevo Gobierno tendrá que apuntalar la débil recuperación económica del país y continuar la lucha contra el de-sempleo y la pobreza mientras cumple con las promesas realizadas a sus socios.