Reino Unido

El ministro de Defensa británico dimite por un caso de acoso sexual

Michael Fallon admite que puso la mano en una rodilla de una periodista en una cena en 2002

El ministro de Defensa de Reino Unido, Michael Fallon
El ministro de Defensa de Reino Unido, Michael Fallonlarazon

Michael Fallon admite que puso la mano en una rodilla de una periodista en una cena en 2002.

El escándalo sexual que azota a Westmister se cobró ayer su primera víctima. El ministro de Defensa, Michael Fallon, dimitió tras haber admitido una acusación de conducta inapropiada hacia una periodista. Su nombre no aparecía de manera explícita en el llamado «Dirty dossier» (dosier sucio) que estos días circula por el Parlamento con detalles de hasta 40 diputados conservadores –entre ellos siete miembros del actual Gabinete– que en los últimos años han llevado a cabo comportamientos sexuales inadecuados en la casa de la democracia más antigua de Europa.

Sin embargo, ante la presión en la que se ven envueltas ahora las filas «tories», Fallon pedía el pasado martes disculpas por haber puesto una mano sobre la rodilla de la periodista Julia Hartley-Brewer durante una cena en 2002. Ella entonces le dijo que la quitara o «le golpearía en la cara». Ambos consideraban ya el asunto cerrado. Es más, la reportera aseguró esta semana que guardaban ahora buena relación. Sin embargo, ante la tensión que ha creado toda esta polémica en el Ejecutivo de Theresa May, ya de por sí debilitada tras perder la mayoría absoluta en las generales de junio, el responsable de Defensa decidió presentar su dimisión. «Han surgido varias denuncias sobre los diputados en los últimos días, incluyendo algunas sobre mi conducta del pasado. Muchas de estas denuncias son falsas, pero en mi caso acepto que en el pasado no estuve a la altura de los estándares exigidos a los miembros de las Fuerzas Armadas a los que tengo el honor de representar. Por todo ello presento mi renuncia».

Su dimisión podría no ser la única, porque son varios ministros los que afrontan ahora acusaciones. Una joven de 31 años llamada Kate Maltby aseguró ayer a «The Times» que Damian Green, de 61 años, «número dos» del Ejecutivo y amigo íntimo de May, le tocó «fugazmente» la rodilla durante un encuentro en un pub de Londres en 2015. Asimismo, la activista relató que, un año después, Green le envió un «sugerente» mensaje telefónico después de que el citado diario publicara una imagen de ella vistiendo un corsé. El ministro tildó la acusación de «incierta y profundamente dañina». Pero la «premier» pidió ayer que se abra una investigación sobre dichos hechos. La activista reveló que había acudido a Green, un viejo amigo de sus padres, en busca de consejo tras comenzar a implicarse en las causas de los «tories». Cuando quedaron a tomar algo en un pub del barrio de Waterloo, el político, según la versión de Maltby, le indicó que le podría ayudar a comenzar una carrera política antes de que la conversación virara de tema, y Green abordara las supuestas «aventuras» que se producían en el seno de Westminster. Fue en ese momento cuando el ministro le tocó «fugazmente» la rodilla, incidente, según ella, tras el cual Maltby rompió todo contacto con el político hasta un año después, cuando recibió el mensaje en el móvil. La activista también señaló que dudaba de que el «tory» supiera «lo avergonzada y comprometida a nivel profesional» que se había sentido».

Un portavoz de Downing Street confirmó ayer que May ha pedido al secretario del Gabinete, Jeremy Heywood, que «establezca los hechos e informe [sobre ellos] lo antes posible». Con todo, las denuncias de acoso sexual en Westminster no se limitan sólo al Partido Conservador. Los laboristas también han abierto una investigación independiente sobre otras acusaciones vertidas por una activista de ese partido, Bex Bailey, que afirmó que un miembro de su formación la persuadió para que no denunciara una supuesta violación que sufrió en un evento del partido celebrado en 2011 bajo el argumento de que podría dañar su carrera política. El líder laborista, Jeremy Corbyn, se comprometió a poner en práctica una política de «tolerancia cero» ante actitudes sexistas, de acoso o abuso.

Los laboristas ya suspendieron recientemente al diputado Jared O’Mara por una serie de comentarios inapropiados sobre las mujeres. Asimismo, el Partido Nacionalista Escocés anunció el martes que estaba investigando las denuncias contra dos miembros del grupo.