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El autor de la masacre de Bangkok «no actuó solo»

El sospechoso del atentado
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El templo de Erawan en Bangkok, donde el pasado lunes perdieron la vida veinte personas y un centenar resultaron heridas en un atentado, reabrió ayer ante la curiosa mirada de unos y las oraciones de otros. El ataque, que sacudió el corazón comercial de la capital tailandesa, todavía no ha sido reivindicado por ningún grupo y las especulaciones están a la orden del día. «Este incidente nos enseña que nuestro país todavía tiene un grupo de gente hostil a la nación operando activamente», señalaba ayer el general Prawut Thavornsiri, portavoz de la Policía nacional. «Podrían estar haciéndolo por razones políticas, para socavar la economía y el turismo o por otros motivos. El Gobierno investigará y encontrará a los autores y a sus cómplices tan pronto como sea posible», añadió. Algunos medios locales y otros de China, país con mayor número de víctimas en la explosión, ya habían hecho sus apuestas. Apuntaban a los uigures como posibles autores que, motivados por la decisión de Bangkok de deportar a 109 miembros de esta etnia a China el mes pasado, podían haber lanzado el ataque como represalia. El primer ministro y jefe de la Junta Militar, el general Prayut Chan-o-cha, rehusó especificar si algún tipo de conflicto nacional o internacional estaba detrás de los ataques y pidió cautela a la Prensa para no sembrar el pánico. Mientras tanto, ayer se difundió el retrato robot del sospechoso que, ataviado con gafas, pelo largo y camiseta amarilla, podría haber dejado el día de la explosión una mochila con el artefacto en la valla del templo.

Las autoridades emitieron una orden de busca y captura y fijaron una recompensa de un millón de baht (unos 25.400 euros) por las informaciones que ayuden a dar con el principal sospechoso que, según añadieron, era extranjero y llegó al lugar en un tuk-tuk (transporte utilizado en la capital) y lo abandonó en motocicleta. «Seguro que él no actuó solo. Es una red», dijo a Ap el jefe de Policía Somyot Poompanmoung. Las autoridades también informaron de que habían visto a través de las cámaras de seguridad a otras dos personas «sospechosas». Desde el lunes, las elucubraciones acerca de quién está detrás de este golpe han sido muchas. Algunos apuntaron a los disidentes políticos del norte que apoyan al derrocado primer ministro Taksin Shinawatra. Otros señalaron a la insurgencia musulmana del sur. Mientras el país permanece en vilo y alerta, Anne Songsri Noen-nark, que visitó ayer el templo de Erawwan, rezaba. «He venido para ofrecer mis oraciones por lo que pasó aquí y pedir a los dioses que cojan cuanto antes al hombre que hizo esto», declaró.