Mafia

Muere Toto Riina, el capo de la Mafia más sanguinario de Italia

El capo más famoso de la Cosa Nostra italiana ha fallecido a los 87 años en una cárcel de Palermo

Momento de la detención de Riina en Paler, en 1993
Momento de la detención de Riina en Paler, en 1993larazon

Salvatore «Toto» Riina, el mafioso más sanguinario de la Cosa Nostra siciliana ha muerto en la prisión de Palermo, un día después de cumplir los 87 años. Conocido entre otros apodos como «La bestia», Riina fue el responsable de más de un centenar de asesinatos y ordenó la muerte de más de 3.000 personas.

La mafia siciliana tenía un nombre: Totò Riina. Tenía, porque el gran capo de la Cosa Nostra murió ayer a los 87 años, en la cárcel y sin arrepentirse de los crímenes más horrendos de la historia de Italia. Desde hace unos meses se encontraba ingresado en el hospital de la cárcel de Palma, aquejado de cáncer de riñón, una enfermedad cardíaca y Parkinson.

Durante 24 años había estado recluido bajo el llamado régimen «41 bis», el más duro, y caracterizado por una extrema vigilancia en régimen de aislamiento las 24 horas del día. A pesar de ello consiguió dirigir la actividad de la mafia y dar órdenes. El pasado julio pidió ser liberado por la agravación de su enfermedad, pero el tribunal rechazó la demanda argumentando que podía recibir buenos cuidados en la cárcel. Su falta absoluta de colaboración y de arrepentimiento tampoco podían ayudarle a convencer a las autoridades penitenciarias. «No me arrepiento de nada, nunca me doblegarán, incluso si me condenaran a 3.000 años», dijo Riina en una grabación reciente.

El mafioso falleció horas después de que el ministro de Justicia permitiese que sus familiares lo visitaran el jueves, en su cumpleaños, después de que los médicos del hospital de la prisión le tuvieran que provocar un coma inducido por el agravamiento de su estado.

Salvatore, nombre de pila del criminal, «Totò», se va a la tumba con todos sus secretos y con el peso a sus espaldas de 150 asesinatos –algunos cometidos con sus propias manos y otros ordenados directamente por él–, y con 26 condenas a cadena perpetua. Era conocido por el sobrenombre de «la Bestia» por la crueldad de sus actos y lideró la Cosa Nostra desde 1974 hasta que fue detenido en 1993.

Deja también muchas familias rotas. Marina Falcone, hermana del magistrado antimafia Giovanni Falcone, asesinado por él en 1992, expresó ayer que no se alegra de su muerte, «pero no puedo perdonarlo». Y de la misma manera piensan otros familiares de asesinados por él. «Como me enseña mi religión, habría podido conceder el perdón si se hubiera arrepentido, pero por su parte nunca llegó ninguna señal de redención», añadió. «Para él ahora será el momento más difícil porque deberá presentarse ante el tribunal de Dios a rendir cuentas de la sangre y de las lágrimas que ha hecho verter a tantos inocentes». El hermano de Paolo Borsellino, asesinado también ese mismo año, no oculta que «habrá muchas personas que se alegren de que Riina no pueda hablar más», para impedir ser llevados ante los tribunales de Justicia.

«La Bestia» no tendrá un funeral público. La Conferencia Episcopal Italiana ha salido rápidamente a clarificar que no se celebrará ningún funeral en ninguna iglesia. No quieren repetir la vergüenza que se vivió en 2015 con otro de los grandes mafiosos, Vittorio Casamonica, cuyo funeral paralizó Roma y fue objeto de una agria polémica. La ceremonia se ofició en la parroquia San Juan Bosco, situada en el barrio Tuscolano, y el criminal fue despedido con grandes honores por las calles por miembros de su clan y otros simpatizantes. Para Toto será distinto. La única posibilidad es que, a petición de los familiares, un sacerdote recite una oración por su alma antes de darle sepultura.

Lo que toda Italia tiene claro es que la muerte del gran capo no es el fin de la Cosa Nostra. Ni mucho menos, porque ahora comienza un proceso de renovación de la misma en la que deberán elegir a su nuevo jefe. «La muerte de Riina no es el fin de la mafia siciliana», sigue siendo un sistema criminal de altísima peligrosidad», subrayó ayer Rosy Bindi, presidenta de la comisión parlamentaria antimafia. «Totò ha sido el jefe indiscutible y sanguinario de la Cosa Nostra. Esta mafia ha sido derrotada antes de su muerte, gracias al empeño de las instituciones y al sacrificio de tantos hombres valientes y justos», remarcó.

Sin embargo, el presidente del Senado, Pietro Grasso, no es de la misma opinión. En Facebook se mostró convencido de que su muerte «activará nuevos problemas en el interior de Cosa Nostra por la sucesión, porque si un capo está vivo, aunque esté en la cárcel, no es sustituido». Esto quiere decir que «su muerte no debe hacernos bajar la guardia», expresó el ministro de Justicia, Andrea Orlando.

Por otro lado, el fiscal antimafia Franco Roberti manifestó que Riina, a pesar de estar en prisión, todavía era considerado el «capo de capos», y coincide en que «su muerte provocará una lucha por el poder en la cúpula de la Cosa Nostra». Queda por tanto saber cuál será la «mutación» que llevará adelante la Cosa Nostra, sin apenas poder militar pero sí político. De hecho, en los últimos años se ha introducido en instituciones y estructuras políticas que le sirven de tapadera, las ha corrompido, y esto permite que siga siendo una de las organizaciones criminales más temibles del mundo.