Elecciones en Estados Unidos

Trump no logra apagar el fuego republicano

El abucheo a Ted Cruz, que no apoya al magnate, reaviva las enquistadas tensiones internas exhibidas en la convención que se clausuró ayer.

Trump bromea con Mike Pence después de su discurso en la convención
Trump bromea con Mike Pence después de su discurso en la convenciónlarazon

El abucheo a Ted Cruz, que no apoya al magnate, reaviva las enquistadas tensiones internas exhibidas en la convención que se clausuró ayer.

A pesar de los esfuerzos de Donald Trump por proyectar una imagen de unidad en el Partido Republicano y de repetir su lema de «hacer que Estados Unidos sea grande de nuevo», buscando evocar los discursos de Ronald Reagan en la Guerra Fría, las grietas internas y las voces disonantes no dejan de evidenciar lo contrario. Uno de los actos que mejor reflejó esa profunda ruptura en las filas republicanas fue el falso espaldarazo de Ted Cruz a la nominación del magnate durante la convención del partido. El que fuera su principal rival durante las primarias republicanas recibió como respuesta una sonora pitada y abucheos por parte de los asistentes, por reconocer públicamente que no apoyará a Trump.

«No voy a ser un perrito servil [de Trump] después de los ataques personales», declaró ayer el senador de origen cubano al ser preguntado por lo ocurrido. Lejos de retractarse, Cruz afirmó que no apoyará al multimillonario, candidato a la Presidencia del país, por sus insultos y ofensas: «No voy a dar mi apoyo a aquellos que atacan a mi esposa y a mi padre». En marzo, ambos tuvieron uno de sus peores enfrentamientos después de que Trump compartiera a través de su Twitter un montaje fotográfico donde comparaba una foto poco favorecedora de la esposa de Cruz, Heidi, con una más agradecida de su esposa y ex modelo, Melania. Aunque durante su discurso, Cruz felicitó al magnate, aprovechó para hacer un llamamiento a los votantes republicanos: «No os quedéis en casa en noviembre. Rebelaos, hablad y votad lo que dicte vuestra conciencia por candidatos en las papeletas en quienes confíen y que defiendan la libertad y sean fieles a la Constitución».

En el paralelismo político que el equipo de campaña de Trump intenta crear con el ex presidente Reagan falla algo, y es que el segundo consiguió unir a los votantes del sur con los demócratas de clase media, los llamados «demócratas de Reagan», y así revitalizar el país. Sin embargo, Trump no ha hecho más que divivir al Partido Republicano y granjearse enemigos. La convención nacional del partido finalizó esta pasada madrugada con el discurso del magnate, que no impidió el desastre. No sólo por esta polémica, sino por otras como la provocada tras la acusaciones de plagio del discurso de Melania Trump.

A pesar de todo, el comportamiento de Cruz puede que ayude a Trump a largo plazo. Durante su intervención, se escuchó a los delegados gritar a Cruz: «Apoya a Trump», «mantén tu promesa». En cambio, ésta no llegó. Ni de lejos. «He venido a la convención porque Trump me lo pidió», respondió el político de Texas. «Pero, cuando lo hizo, no dijo nada de que le apoyase. No nos ponemos jerséis rojos y azules. Esto trata de principios e ideales», explicó el senador. Fue entonces cuando los delegados empezaron a perder la paciencia. «Hazlo», le increpaban algunos, «tienes que hacerlo ahora». A lo que él respondió así: «Esto no es política. Se trata de decir la verdad». La actitud de Cruz generó numerosas críticas, incluso entre cientos de delegados, quienes no aprobaron su comportamiento al considerar que sólo echó más leña al fuego que ya enciende a la formación.

A pesar del mal trago, Cruz anunció que no se rendirá y muchos apuestan por él como postulante a la Presidencia en 2020. Tampoco se lo pondrá fácil Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, quien también parte como favorito para plantar cara al magnate. Por su parte, en el lado demócrata, hoy todas las miradas recaen sobre la candidata Hillary Clinton, ya que podría anunciar su candidato a la Vicepresidencia. Se trataría de un anuncio decisivo en la campaña antes de la convención demócrata de Filadelfia (Pensilvania) que arrancará el próximo lunes.