Guerra en Irak

Una mutación forzada

Análisis. Asediado en Siria e Irak, el EI dejará de ser un «Estado» para convertirse en una secta como Al Qaeda

La Razón
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Asediado en Siria e Irak, el EI dejará de ser un «Estado» para convertirse en una secta como Al Qaeda

Perry Cammack, que ha trabajado durante años para John Kerry, figura central de la política exterior de Estados Unidos, considera que el reto de Iraq no va a ser recuperar Mosul, sino resolver la gobernabilidad de la zona después. Con él, LA RAZÓN ha hablado sobre los detalles de la campaña militar, pero sobre todo de las distintas fuerzas que están avanzando a la carrera para recuperar la ciudad.

- ¿Va a ser decisiva la batalla de Mosul en la lucha contra el Estado Islámico?

- Es la más decisiva en el contexto de Iraq. La campaña militar en Siria continuará durante un tiempo, pero, si Mosul es liberado, veremos el principio del final del EI organizado en Iraq.

- ¿Cómo se organiza una batalla en la que participan tantas fuerzas diferentes?

- Esto es precisamente por lo que considero que la política en Mosul es mucho más difícil que los movimientos militares. En el mejor escenario, el ejército iraquí lleva a cabo la mayor parte de la actual lucha y es vista, por consiguiente, como la fuerza principal que libera Mosul. Pero esto es poco probable. Cuanta más implicación de los “peshmerga” y de las milicias chiítas haya, tanto más se complicará el escenario posterior.

- ¿Cuál sería la reacción del EI ante la pérdida de Mosul?

- Estamos viendo como el EI está revisando sus prioridades. Se centrará en terrorismo. Dejará de ser tanto un “Estado” y pasará a ser más una organización al estilo de Al-Qaeda. Así que, incluso si se acaba con la capacidad del EI para gobernar, habrá que afrontar la amenaza del terrorismo durante un tiempo.

- ¿Cree que la contienda va a ser larga?

- Espero que no. En todos los choques en los que ha participado el ejército iraquí con el apoyo de milicias, los “peshmerga”, el apoyo americano desde el aire, etc. durante el último año ha salido victorioso, así que eso está fuera de toda duda. Las dos grandes dudas sobre la batalla es qué va a pasar desde un punto de vista humanitario y qué sucederá en la ciudad en términos de soberanía después de que la batalla en sí se produzca.

- ¿Qué cree que va a pasar después?

- Esa es una de las cuestiones más importantes. El reto político tras la liberación de Mosul es mucho más difícil que los retos que presenta la batalla, dadas todas las dificultades de Iraq.

- ¿Cree que sólo debería entrar en Mosul el ejército iraquí?

- El problema es que, probablemente, el ejército iraquí no es lo suficientemente fuerte como para recuperar Mosul por sí misma. Desearíamos que así fuese, pero esa es la realidad de la situación. Lo que veremos es cuánta influencia puede llegar a tener el primer ministro, porque desde su punto de vista, lo mejor sería que el ejército iraquí fuese el que liberase Mosul, pero creo que las Unidades de Movilización Popular van a estar bastante más interesadas en mostrar no sólo su poder militar, sino que también su poder político. Algo que podría complicar las cosas después. Este grupo se está constituyendo como una fuerza política que opera fuera de las estructuras del Estado, así que van a estar bastante interesados en mostrar que son la principal fuerza de seguridad. Pero esto, con toda probabilidad, crearía una gran resistencia. Y serían presumiblemente rechazados por los habitantes de Mosul. En el mejor escenario, el ejército iraquí entra en la ciudad, buscan a unos cuantos líderes locales a los que pueden apoyar para que estos gobiernen Mosul para que los habitantes locales sientan algún grado de empoderamiento y autocontrol. Pero el temor está en que pase lo opuesto. Las fuerzas participantes en la ofensiva están apresurándose para poder tomar el control de la ciudad, y así exacerban sus intenciones sectarias en vez de reducirlas.

- Así que el final de la batalla no será el final de la tensión en la zona.

- Ciertamente, ese parece ser el desenlace. Incluso aunque el EI sea expulsado de Iraq, todavía seguirá existiendo en Siria. Además, no se ha afrontado las raíces del problema del surgimiento del EI, que tiene que ver con el desequilibrio de poder entre el norte de Iraq y Bagdad.

*Investigador en el programa de Oriente Medio de la Fundación Carnegie. Preguntas de Laura Novo