Barcelona

Barenboim: «La música inspira, pero no resuelve conflictos»

El maestro abre la temporada de Palau 100 con Elgar y Verdi

Daniel Barenboim dirige a la Staatskapelle de Berlín en dos conciertos que cierran hoy con un programa verdiano y la participación del Orfeó
Daniel Barenboim dirige a la Staatskapelle de Berlín en dos conciertos que cierran hoy con un programa verdiano y la participación del Orfeólarazon

La música es un motor de acción, una fuerza inspiradora capaz de convertir a hombres en héroes y a héroes en dioses. Sin embargo, no es una barita mágica que se alza en alto, se agita y cambia las cosas, eso siempre depende de la voluntad de los hombres, que la música puede llegar a despertar, pero sólo eso. Si alguien lo sabe bien es el director de orquesta Daniel Barenboim, un hombre con cuatro nacionalidades, la argentina, española, israelí y palestina, y una insaciable necesidad de romper prejuicios y acercar a los pueblos. Como músico, su voluntad de cambio es enorme, pero como hombre sigue limitado a las fuerzas externas, como todos. «La música es racional, matemática, emocional, poética, es una actividad espiritual, que puede llegar a ser muy inspiradora, pero no tiene la capaciodad por sí sola de resolver conflictos. Lo que sí puede hacer es dar ejemplos de cómo se puede vivir», comenta el maestro, que, entre otras hazañas, ha dirigido una orquesta formada por músicos israelís y palestinos.

El artista dirigió ayer a la Staatskapelle Orchestra de Berlín en el Palau de la Música, en el concierto inaugural del ciclo Palau 100, y hoy vuelve a repetir con un repertorio muy verdiano, con las oberturas de «Il vespri siciliani», «La fuerza del destino» y «La Traviata», de la que también se ofrecerá los prelucios del I y el III actos. Aunque lo realmente especial sucederá en la segunda parte del programa, cuando Barenboim dirija por primera vez al Orfeó Català y al Cor de Cambra. «Me han sorprendido, tienen una gran calidad vocal y una estupenda preparación musical. Además tienen una actitud muy abierta», comenta el director de orquesta.

El Palau volvió a quedarse pequeño ayer con la primera actuación de Barenboim con la Staatskapelle Berlin, en un programa que incluía a Edward Elgar. La formación berlinesa es una de las más antiguas del mundo, con una historia que se remonta al siglo XV, y de la que Barenboim lleva 25 años acercándoles cada vez más a la absoluta excelencia.»Si me puedo permitir tener un poco de orgullo, creo que en la orquesta hemos llegado casi a tener una flexibilidad estilística y sonora que rara vez he visto en otras orquestas», sentenció.

Su relación con Barcelona y con el Palau en particular siempre ha sido muy intensa y no descarta buscar nuevas vías de colaboración, algo que también suscribió ayer Joan Oller, director general del coliseo. «La relación de Barcelona con la música es rara y excepcional. Fuel el primer sitio que estrnó “Parsifal” fuera de Bayreuth. Además, el Palau acogió el estreno del “Concierto para violín” de alan Berg», señaló.