Arte, Cultura y Espectáculos

«Me cuesta explicar mi pintura»

La Galería Marlborough permire conocer la producción más reciente de Antonio López en una exposición imprescindible

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La Galería Marlborough permire conocer la producción más reciente de Antonio López en una exposición imprescindible

Solamente serán cuatro días, pero pese a la brevedad de su estancia en Barcelona, la obra reciente de Antonio López nos visita. La Galería Marlborough acoge entre el 1 y el 4 de octubre una pequeña selección de trabajos que nos permiten conocer un poco mejor la manera de trabajar de un auténtico maestro.

La exposición está compuesta por dibujos, óleos y esculturas, todas ellos con la figura humana como tema principal. Son una invitación a adentrarnos en el taller del pintor, con piezas como la escultura en bronce «Hombre», donde López plasma la tensión muscular con la que parece cobrar vida la obra. Dialogando con esta pieza nos encontramos con el dibujo «Diferentes movimientos para escultura de hombre andando, Fernando», estudio preparatorio para una escultura pública de escala monumental y en la que está inmerso por un encargo del Ayuntamiento de Albacete.

Espectacular es también una gran cabeza. Se trata de la composición titulada «Prototipo para la Noche», una gran máscara en poliuretano del rostro de Carmen, una de las nietas de Antonio López, y que ya empleó para la escultura «La Noche», instalada en la estación de Atocha.

El artista explicó ayer, en conversación con este diario, que en algunas de las obras que se enseñarán en Marlborough «tienen una relación con el amor, con el amor físico. Tienen un carácter muy explícito en cuanto a mostrar lo que es el amor físico. Me he acercado a veces a ese territorio, pero nunca de una manera tan explícita como lo es ahora».

Todo ello hace que el espectador se enfrente ante la representación de la figura humana, la protagonista única del recorrido que se nos propone en esta exposición. «No hay otra cosa. Es el cuerpo humano. No hay fondos. Es decir, el fondo es el propio papel», matiza el maestro.

Los dibujos de esculturas presentes en Barcelona son también buen ejemplo de este interés y de la visión que el artista, a sus 79 años, nos da de su recreación de la anatomía humana. «Empecé a desarrollar los dibujos trabajándolos un poco por sí mismo, avanzándolos no solamente por estar al servicio de una escultura. Me pareció muy interesante trabajarlos como si fueran unas pinturas que no tuvieran otra finalidad que hacerlas».

Y es que la curiosidad por seguir creando no abandona a López, igual que a Goya cuando ya viejo escribió en un dibujo que lo representaba cansado y anciano «aún aprendo». «Sí, creo que sí, que aprendo, que sigo aprendiendo», confirma entre risas, para ponerse más serio al matizar que lo suyo no es «investigar».

No investigar

«No hablaría con ese término, de investigar, del que se ha abusado mucho. Nos limitamos a hacer nuestro trabajo. Tratamos de que no sea repetitivo, de que tenga una peculiaridad y algo propio». Tampoco quiere con todo esto sorprender al espectador de la muestra, aunque añade que «el arte siempre puede ser sorprendente».

Lo que sí mantiene en Marlborough es la idea de abrir las puertas de su taller al público. «Sí, son trabajos que no están acabados por diferentes motivos. Quiero acabarlos una vez vuelvan a Madrid. Puede dar esa sensación que entras en una zona muy íntima del trabajo de un pintor, como es el caso de esta exposición», aclara.

De lo que huye Antonio López es de intentar dar una definición de su producción artística: «Es que a mí me cuesta mucho eso. Nunca cuando trabajar piensas que todo eso lo explicarás con palabras. Claro porque eso tiene gracia cuando haces un esfuerzo por explicarlo con palabras, porque lo estás haciendo poara que hablen por sí mismos. Las piezas de la exposición hablan del amor, del amor físico, del amor psíquico y del amor en general. Eso sí es verdad. Por lo que todo lo demás se hace, en el caso de estos dibujos, como yo trabajo, con unos modelos que me van a posar allí, tomo medidas, las hago al tamaño natural, en este caso las he dado color... Ya hablan por sí mismo. Son muy explícitos. Por lo que empezar a teorizar sobre ellos me parece una locura».

Será el espectador de la Marlborough quien tenga el privilegio de adentrarse en este universo en el que manda el arte.

Dónde: Galería Marlborough. Enric Granados, 68.

Cuándo: Del 1 al 4 de octubre.