Apuñala a un policía que trató de impedir que acuchillara a su mujer en Lavapiés

El delincuente estaba violando una orden de alejamiento por malos tratos de su pareja.

Un hombre de origen senegalés de 29 años apuñaló la noche del domingo pasado a un policía nacional que impedía un apuñalamiento en su casa de Lavapiés. El chaleco antibalas que portaba el funcionario, que quedó rajado, le salvó la vida. Sobre las dos de la madrugada, los agentes de Seguridad Ciudadana del Grupo Operativo de respuesta (GOR) recibieron un aviso de la sala del 091 en la que unos vecinos se quejaban de que en la calle Amparo de la capital una mujer estaba siendo agredida en su domicilio por un hombre de raza negra.

Cuando los agentes llegaron al lugar se toparon con el hombre en cuestión en la calle, un senegalés de 29 años, que huyó a la carrera en cuanto vio a los agentes. Lejos de correr en dirección contraria, el delincuente volvió a refugiarse en la casa donde no podía estar. Se trata de un piso bajo del número 48 de la citada calle de Lavapiés, donde no puede acercarse varios metros de distancia porque tiene vigente una orden de alejamiento de la mujer que vive allí; al parecer, su esposa o pareja sentimental.

En esos momentos, desde la calle, según confirmó ayer una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los agentes que acudieron a la intervención comprobaron cómo el delincuente cogió un cuchillo con el que podía agredir a la mujer, que ya le había denunciado por malos tratos. Según aseguran desde la Plataforma Vecinos por Lavapiés, la mujer comenzó a pedir auxilio con gritos como: «Ayuda, tiene una orden de alejamiento de mí. ¡Ayuda!». Los agentes, temiendo por la vida de la joven, decidieron entrar en el domicilio forzando la puerta de entrada. El hombre estaba en esos momentos, según las mismas fuentes, empuñando un arma blanca de 23 centímetros, con el que realizaba aspavientos hacia su ex pareja y gritaba: «A ésta la mato. Ya me detuvieron por su culpa. Otra vez no. La voy a matar», dijo el delincuente.

Según estas fuentes, el joven se abalanzó sobre uno de los agentes en cuanto entraron al domicilio. Consiguió asestarle una puñalada en el tórax. Afortunadamente, el arma sólo dañó la dotación policial y el agente consiguió salir ileso. Aseguran que cuando se lanzó a por el policía gritó «muérete». Enseguida intervinieron más compañeros para tratar de reducir al violento delincuente y evitar más ataques, tanto a la víctima de violencia de género como a otros compañeros del agente.

Así, tanto el agente como la víctima resultaron ilesos. El joven fue detenido y acusado de un delito de atentado contra agente de la autoridad. El juez que le tome declaración también puede imputarle el quebrantamiento de condena y una tentativa de homicidio o de lesiones si se prueba que quería agredir a la mujer.