Ahora Madrid

Carmena reserva 3,3 millones en los Presupuestos para ampliar las aceras de Gran Vía

El próximo 20 de enero se reunirá con comerciantes para evaluarlo. Asegura tener ya resultados provisionales «positivos» del cierre de la Gran Vía y por ello planteará su peatonalización íntegra y permanente el próximo año

Peatones en zig-zag. Debido a que la ampliación de aceras se ha hecho por tramos para permitir más espacio a las paradas de bus, los peatones se veían obligados a andar en zig-zag provocando pequeños atascos donde las aceras se estrechaban
Peatones en zig-zag. Debido a que la ampliación de aceras se ha hecho por tramos para permitir más espacio a las paradas de bus, los peatones se veían obligados a andar en zig-zag provocando pequeños atascos donde las aceras se estrechabanlarazon

Asegura tener ya resultados provisionales «positivos» del cierre de la Gran Vía y por ello planteará su peatonalización íntegra y permanente el próximo año.

Imparable. Así calificó ayer la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, el cierre definitivo de la Gran Vía al tráfico rodado. Una afirmación con la que viene a confirmar lo que se intuía desde el comienzo de su mandato al frente de Cibeles. Cada una de las políticas restrictivas con los vehículos ha sido un paso más al destierro del transporte privado del centro de la ciudad. Da igual que los atascos y las quejas de comerciantes y propietarios de aparcamientos digan lo contrario, según explicó la regidora ayer en una entrevista en Onda Cero, los datos que está evaluando el consistorio madrileño respecto al cierre reflejan que el movimiento económico está siendo mejor que en otras campañas navideñas.

«Las ciudades importantes han optado por la peatonalización. Es algo imparable y algo interesante. Como Ayuntamiento responsable vamos a evaluarlo. Los datos son mucho más positivos que críticos», señaló Carmena que, sin embargo, no detalló los datos ni aclaró a qué se refería al consultar al respecto al gabinete de comunicación del Ayuntamiento de Madrid. La regidora confesó asimismo que la peatonalización de la Gran Vía no es un compromiso electoral sino que es consecuencia de las «políticas de Movilidad» emprendidas por su Administración. De hecho, en el proyecto de Presupuestos del Ayuntamiento de Madrid para 2017 no hay ningún euro consignado a la peatonalización de la arteria principal que cruza el centro de la ciudad.

Sí que hay 3.300.000 millones de euros –más 800.000 con cargo a las cuentas municipales de 2018–cuyo destino será la ampliación de las aceras de la Gran Vía, que supondrá la reducción del número de carriles de la circulación de manera similar a los límites establecidos durante estos días, aunque no hay, en principio, ninguna restricción preestablecida sobre qué tipo de vehículos podrían circular por esta calle una vez terminada la obra. Pero sí hay otras iniciativas encaminadas a limitar el paso de los privados por Centro que aún no se ha decidido si afectarán a la Gran Vía.

Este es el caso de la gran Área de Prioridad Residencial (APR) de Centro, que supondría unificar todas las APR existentes –Las Letras, Embajadores, Cortes y Ópera– y unirlas a las dos planeadas –Justicia y Universidad–, en una única gran área en la que tan sólo entrarían los vehículos de los residentes. Se trata de una iniciativa sobre la que ya trabaja intensamente el Ayuntamiento de Madrid. De hecho, el concejal del distrito Centro, Jorge García Castaño, ha convocado dentro de dos semanas a las asociaciones de vecinos y comerciantes de la zona, así como a otros colectivos afectados, para estudiar la implantación de esta nueva Área de Prioridad Residencial. Sobre la mesa está la posibilidad de que la Gran Vía sea o no una vía restringida, aunque tras las palabras de la alcaldesa, muy posiblemente se plantee la posibilidad de la peatonalización de la arteria este-oeste del distrito.

Carmena está quemando etapas en la prohibición del paso de los vehículos privados. El éxito de la primera iniciativa de cerrar el Paseo del Prado durante las mañanas de los domingos –y todo el día durante la pasada campaña de Navidad–, han animado al Área de Medio Ambiente y Movilidad, y también a la de Desarrollo Urbano Sostenible en tanto en cuanto también tiene competencias sobre la movilidad de la ciudad, ha estudiar otras formas de reducir al máximo el acceso al Centro. Así, tanto en el Plan de Calidad del Aire como en el de Movilidad que le toca ahora al equipo de Ahora Madrid revisar, han incluido iniciativas y estudios para conseguir que no haya coches en la almendra central.

En este sentido, en octubre se volvió a licitar el contrato para evaluar mediante una aplicación informática las incidencias que tendría para toda la circulación la ampliación de aceras en la Gran Vía, que anunció la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, a finales de septiembre, junto con otras medidas del Plan de Calidad del Aire, como la red de aparcamientos disuasorios que ya prometió Alberto Ruiz-Gallardón en su primera legislatura como alcalde de Madrid. Igualmente y sin advertir de antemano a ninguno de los colectivos y agentes sociales afectados, lanzaron el órdago de las restricciones de circulación durante 29 días de la campaña de Navidad de la Gran Vía y las calles Atocha y Mayor, en tres tramos.