Carmena cierra el centro a los no residentes en 2018

El Ayuntamiento retrasa la puesta en marcha de su medida más restrictiva al primer semestre del próximo año. La Gravía dejará de ser de paso. En 2025 no podrá circular el 28% del parque actual.

El Ayuntamiento de Madrid aprobará mañana de forma definitiva el Plan A de Calidad del Aire con treinta medidas que buscan reducir en un 23% la contaminación por dióxido de nitrógeno en la ciudad y que establecen fuertes restricciones al vehículo privado, especialmente en la almendra central. Dentro del plan, que está dotado con 540 millones de euros, la iniciativa estrella es la puesta en marcha de una gran Área de Prioridad Residencial (APR) en todo el distrito Centro, lo que, en la práctica, supondrá que sólo puedan acceder con vehículo sus 130.000 vecinos. El Gobierno de Manuela Carmena (Ahora Madrid) quiere convertir todo este distrito en una zona de bajas emisiones y, finalmente, la Gran Vía se integrará dentro, de forma que esta arteria ya no podrá ser transitada por los miles de madrileños que la utilizan como un eje clave en sus desplazamientos este-oeste.

Pese a la importancia de poner en marcha esta medida y pese a que es la que más impacto tiene en la reducción de las emisiones contaminantes, el consistorio no podrá cumplir los plazos que había hecho públicos en estos últimos meses. Nada más llegar a Cibeles, el equipo de Ahora Madrid se planteó el objetivo de ponerla en marcha a lo largo de 2017. El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, señaló posteriormente en una entrevista que el cierre del centro a los no residentes «entrará en funcionamiento en enero de 2018». Ayer, a la salida de la Comisión técnica de Calidad del Aire, la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, confirmó un nuevo cambio de planes al precisar que estará operativa a lo largo de la primera mitad del próximo año: «Necesita mucha logística. Se pondrá en marcha en el primer semestre de 2018 en función de como vayamos teniendo las diferentes necesidades de pantallas, información y cámaras», aseguró ayer Sabanés.

Carga y descarga

Una de las principales modificaciones que incorpora la versión definitiva del Plan A con respecto a su primer borrador es la que dará mayores facilidades de las previstas a los vehículos comerciales en su acceso a la APR de Centro. Los vehículos de carga y descarga podrán acceder al interior del distrito Centro hasta el 2022 y los que superen las 12 toneladas hasta 2025. El Gobierno de Ahora Madrid ha sido más flexible en este punto que, a su vez, ha sido el que había sido objeto de más alegaciones.

En lo que tiene que ver con la promoción de un parque autmovilístico menos contaminante, el Plan A contempla la prohibición de aparcar en la zona con Servicio de Estacionamiento Regulado a los coches sin distintivo ambiental que no sean de carga y descarga a partir de 2020 y la limitación de su uso en 2025 en todo el término municipal. Esto implica que los vehículos y furgonetas de gasolina matriculados antes del año 2000 y aquellos diésel anteriores al 2006 se verán afectados por las limitaciones asociadas a esas dos fechas. Conforme a los datos del parque circulante en la ciudad, los coches sin distintivo suponen el 28,3% del total. Fuentes municipales apuntan que alcanzará al 20% de los vehículos de la capital entre los años 2020-2025.

Puntos eléctricos

Otro de los puntos incorporados al plan definitivo pasa por potenciar la red de puntos de recarga eléctrica. El compromiso político del Gobierno de Ahora Madrid consiste en la instalación de 15 puntos de recarga rápida en la ciudad aunque Sabanés ya aclaró que el objetivo se mejorar estos números. También se contempla que, junto a los puntos de recarga en la calle, haya gestores privados que implementen esta red.

Los usuarios de motocicletas también notarán otra de las medidas aprobadas: un aumento del 30% de las plazas de aparcamiento reservadas a los vehículos de dos ruedas en las calzadas. Dentro de las propuestas integradas en el Plan Madrid + Natural, se prevé llevar a cabo actuaciones de reforestación en zonas colindantes con grandes infraestructuras urbanas, con el propósito de crear zonas vegetales junto a carreteras como, por ejemplo, la M-30. El Gobierno de Carmena mantiene su intención de reducir la velocidad máxima permitida hasta los 70 kilómetros por hora en la M-30 y en el resto de accesos a la ciudad, aunque Sabanés no precisó fechas: «Primero aplicaríamos una serie de medidas en el interior de la ciudad, salvo algún episodio, hasta llegar a hacer permanente la restricción».

Zona SER

Dentro de las medidas que más afectarán al día a día de los vecinos, el Gobierno municipal mantiene su intención de ampliar el horario de pago en la zona SER a los sábados por la tarde y los domingos. La entrada en vigor de esta propuesta, en principio, está prevista para 2018. Otras medidas recogidas en el plan son la reforma de grandes viales mediante la ampliación de las aceras y la reducción de carriles para el tráficocomo Alcalá-Gran Vía, paseo de la Castellana, Ciudad de Barcelona o Bravo Murillo, la creación de una red de aparcamientos disuasorios o la renovación de la flota de la Empresa de Transportes.

El portavoz del PP en Medio Ambiente y Movilidad, Fernando Martínez-Vidal, aseguró a la salida de la comisión técnica que su grupo está a favor de 27 de las 30 medidas del Plan A, aquellas que no se basan en «prohibir, en restringir o limitar». El portavoz del PSOE Chema Dávila se felicitó del resultado final del plan e instó al Gobierno a «implantar lo antes posible» las 30 medidas. El portavoz de Ciudadanos en esta materia, Sergio Brabezo, también insistió en la necesidad de luchar contra el cambio climático «con incentivos y en lugar de hacerlo con prohibiciones».