Ayuntamiento de Madrid

La «ley mordaza» de Carmena: blinda el ayuntamiento al control de la oposición

La «ley mordaza» de Carmena: blinda el ayuntamiento al control de la oposición
La «ley mordaza» de Carmena: blinda el ayuntamiento al control de la oposiciónlarazon

Manuela Carmena podrá evitar las sesiones de control al Gobierno al proclamarse presidenta del Pleno. Ningún edil de su Gobierno será portavoz de las comisiones, con lo que también evitarán someterse a las preguntas de la oposición.

«Queremos gobernar con transparencia y que este edificio –el Palacio de Cibeles– tenga las paredes de cristal». La frase es de Manuela Carmena y la pronunció sólo un mes antes de las elecciones. La ahora alcaldesa de la capital basó su campaña en la necesidad de un «cambio» para Madrid; las palabras «transparencia» y «regeneración» fueron probablemente de las más repetidas en sus intervenciones pre- electorales. Entonces, cuando había votos en juego, la reprensentante de la marca blanca de Podemos, Ahora Madrid, ofrecía mítines y encuentros con los ciudadanos a diario. Ahora su agenda está llena de actividades, pero la gran mayoría se advierte de que se harán «sin cobertura informativa».

En los 21 días que lleva Carmena al frente del Ayuntamiento de Madrid sólo ha comparecido en tres ruedas de prensa. La primera, el mismo día de su investidura, el 13 de junio; para la segunda hubo que esperar a que se reuniera con los asistentes sociales de los 21 distritos de la ciudad, el 17 de junio; y la tercera se produjo tras el encuentro con la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa, el 26 de junio. En este tiempo ha dimitido su concejal de Cultura por los polémicos tuits en los que se burlaba del Holocausto judío, la muerte de Marta del Castillo y las niñas de Alcasser o el atentado de ETA contra Irene Villa. El propio Guillermo Zapata compareció para explicar que dejaría el área de Cultura a petición de Carmena, pero a su lado no estaba la alcaldesa, sino el concejal de Seguridad, Javier Barbero. Hasta en tres ocasiones ha tenido que reestructurar su Gobierno, pero nunca el anuncio ha salido de su boca. «Despues de un inicio de mandato tan convulso con el escándalo de los tuits de sus concejales y la imputación de su portavoz, Rita Maestre, su equipo quiere “resguardarla” y evitar que se exponga a los medios», analizan desde la oposición.

Su única imagen de cercanía es la que han explotado hasta la saciedad, que es la de la alcaldesa subida en el metro. Sin embargo, lo cierto es que funcionarios del Ayuntamiento explican que cada día se sube más al coche oficial. «Es más rápido y más seguro», argumentan los chóferes, que finalmente no serán despedidos y van a quedar como conductores de incidencias.

Lejos queda ya la extravagante promesa electoral que realizó en abril cuando aseguró que «mantendremos las ruedas de prensa, pero los vecinos queremos que sepan que un día podrán entrar al Ayuntamiento para hablar con fulano o mengano–en referencia a los concejales–». De hecho, tal y como ha diseñado su Gobierno y las comisiones, los ediles ni siquiera tendrán que comparecer en éstas para dar cuenta de su gestión a la oposición.

Hasta ahora era tradición en el Ayuntamiento de Madrid que los concejales de cada área fueran además protavoces de las comisiones. Las comisiones son el órgano de control de la oposición en cada área de gobierno o concejalía. Se celebran mensualmente y además de estudiarse los asuntos que posteriormente son sometidos al dictamen del Pleno municipal tienen una función de seguimiento de la gestión del Gobierno municipal. La curiosidad está en que Carmena ha decidido que sus concejales no sean quienes comparezcan en estos órganos, librándoles así de dar explicaciones de su gestión. «Espero que esto no sea un «subterfugio» para evitar someterse al control del resto de grupos políticos, afirmaba el portavoz adjunto del PP, Íñigo Henriquez de Luna, tras quedar constituidas las comisiones sin presencia de ningún concejal con responsabilidad de gobierno en ellas.

La medida llama la atención sobre todo de una alcaldesa en cuyo programa electoral se primetía un «gobierno democrático, transparente y eficaz» y en el que se proponía el establecimiento de «mecanismos que garanticen el control, la transparencia y la participación».

Atrincherados

Lo cierto es que este blindaje de los concejales de Ahora Madrid es una copia del que la propia Carmena se ha proporcionado a sí misma. Carmena se ha designado presidenta del Pleno, una figura que le va a permitir no comparecer si no quiere en las sesiones de control al Gobierno. La alcaldesa se librará de someterse a las preguntas del resto de grupos políticos, ya que podrá delegar en sus ediles las respuestas. Esta fórmula que ya adquirió Alberto Ruiz-Gallardón, había sido rechazada por Ana Botella, que siempre actuó de portavoz de su grupo en los plenos. Tampoco le gusta a la nueva alcaldesa la costumbre que sí tenía Botella y sus ediles de mastrarse accesibles a los medios al término de las ruedas de prensa o de los plenos, donde era habitual que respondieran a pequeñas cuestiones en los llamados «corrillos», típicos en toda sede guberanamental.

Lo sorprendente es que la primer edil de Ahora Madrid ha decidido atrincherarse en la presidencia del Pleno. Sin embargo, ha derivado las obligaciones que este cargo tiene en Mauricio Valiente, el ex dirigente de IU que ocupa la tercera Tenencia de Alcaldía. De esta manera, a través de un decreto firmado esta semana, Carmena ha delegado en Valiente casi todas las competencias del cargo de presidenta del Pleno, como la preparación y la gestión de las sesiones así como la presidencia de la Junta de Portavoces.

¿Dónde ha quedado la promesa facilitando el contacto entre ciudadanos y políticos, de abrir los Plenos incluso a los vecinos? «Esperamos que mantenga la sana costumbre de someterse a las preguntas de la oposición y no se escude en la presidencia para no hacerlo», afirma Henríquez de Luna, del PP. Asimsimo, lanzó la advertencia de que «la Junta de Portavoces deberá abordar el asunto porque desde el PP consideramos que la alcaldesa debe responder a las preguntas que se le formulen».

Guiño a la transparencia ante la avalancha de críticas

Después de las críticas de esta semana a Manuela Carmena por su agenda plagada de reuniones «sin cobertura informativa», con hasta seis encuentros en un mismo día vetados a los medios de comunicación, el partido de la alcaldesa, Ahora Madrid, ha anunciado que a partir de este lunes hará pública las agendas completas de sus concejales e incluso ha invitado a la oposición a hacer lo mismo. La portavoz del Ejecutivo municipal se comprometió a que los ciudadanos y el resto de grupos políticos puedan conocer con quién se reúne cada uno de los ediles del Gobierno a qué hora «e incluso con qué objeto». Lo cierto es que el Ayuntamiento siempre ha hecho pública la agenda de la alcaldesa, la actitud sin precedentes está en que no se da cuenta a los medios de la gestión.