Oleada de robos en Semana Santa

En sólo cuatro días las denuncias se han multiplicado por siete. Policías y cerrajeros no daban ayer abasto. La comisaría de Ciudad Lineal recibió 16 denuncias en un día mientras lo habitual es registrar un par a la semana

La escena se repite cada vez que las vacaciones tocan a su fin y la gente regresa a casa: cerraduras forzadas, cajones revueltos, faltan cosas... Las bandas dedicadas a los robos en vivienda han aprovechado estos días para desvalijar cientos de domicilios en la región. Aunque es habitual un repunte de este tipo de denuncias en agosto, navidades y ahora, «lo de esta Semana Santa ha sido espectacular», comentaba ayer un agente que había recogido 16 de denuncias por este motivo en menos de un día en la comisaría de Ciudad Lineal. «Los agentes de la Brigada Científica nos devuelven los partes, no dan abasto». Si una semana normal se pueden registrar un par de denuncias por este motivo, entre el domingo y ayer, cuando la mayoría regresó de vacaciones, el dato se multiplicó por siete. Los cerrajeros también hicieron su particular agosto.

Según el Ministerio del Interior, el año pasado los robos con fuerza en domicilio bajaron un 4,5 por ciento con respecto al año anterior. Se registraron 15.913 en toda la Comunidad, una cifra que sigue siendo altísima, sólo superada por los atracos y los hurtos en las tipologías penales que recoge la estadística trimestral del Ministerio.

Aunque el protocolo que recomiendan seguir cuando usted es víctima de un robo en su hogar es no tocar nada y avisar a la Policía para que los agentes de Científica puedan tomar huellas para tratar de identificar a los autores, ayer, quienes recogían las denuncias en comisaría tenían que instar al denunciante a que regresara a su casa tras tomarle los datos. Los agentes de Científica no daban abasto. Y es que, mientras que en las vacaciones de verano el regreso es escalonado y, por tanto, las denuncias también, casi todo el que salió fuera en Semana Santa regresó el domingo.

Así, la mayoría de las denuncias se concentraron en un tramo horario muy concreto –domingo por la noche y ayer por la mañana– y las oficinas de denuncias se colpasaron por unas horas. En el distrito de Ciudad Lineal, por ejemplo, se registraron varias oledas de robos por bloques. En la calle Conrado del Campo se contabilizaron cuatro robos en el mismo portal. En la calle Faustino Peñalver, los cacos se cebaron. Desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurreción varias viviendas de cuatro portales fueron desvalijadas: tres en el número 22, otras tantas en el número 13 y también en los portales 16 y 18. Ha sido una de las calles con mayor repunte de casas «reventadas». Otro de los portales cuyos vecinos han sufrido más la virulencia de estas bandas es el número 9 de la calle Virgen de la Alegría. Allí, los ladrones entraron hasta en cinco viviendas, a cierre de esta edición. Porque los agentes no pararon de recibir denuncias a lo largo de la tarde de ayer. Sólo en la comisaría de Ciudad Lineal, se recogieron siete denuncias por la tarde, según fuentes policiales. Lo complicado de estas investigaciones es que, más a menudo de lo que desearían, transcurre demasiado tiempo antes de que los cacos son detenidos y, una vez dan con ellos y se celebra juicio meses (o años) más tarde, quedan libres porque los objetos sustraídos no son de gran valor. Suelen ir a por joyas, dinero en efectivo, dispositivos electrónicos y cualquier objeto de valor que se encuentren por el camino. Las bicicletas también son otro de sus objetivos y por eso los trasteros también son un blanco habitual de estas bandas.

Además de los agentes, quienes tenían ayer mucho trabajo eran los cerrajeros. Y es que, aunque últimamente el método «bumping» se lleva la palma (con una llave «maestra» golpean sin dañar la cerradura) y no necesitan cambiarla, en muchas ocasiones dejan la puerta destrozada. Lo explica Ismael, un cerrajero que ayer trabajaba en una de las viviendas afectadas de Ciudad Lineal y que reconoce que desde el pasado jueves hasta ayer habían acudido a una veintena de viviendas a cambiarles la cerradura. «El trabajo que solemos tener a lo largo de una semana lo hemos tenido concentado en sólo tres días», explican desde cerrajeros Loisan. Cambiar una cerradura supone más de 100 euros, un desembolso inmediato que tienen que afrontar las víctimas de estos robos, además de esperar a que el seguro (en caso de tenerlo contratado) les cubra lo robado.

Distintas bandas

Los investigadores sospechan que la autoría de estos robos puede ser compartida por distintas bandas organizadas, que suelen estudiar el terreno antes de actuar aunque, una vez en el interior del edificio, tanteen varias puertas. Por eso, la Policía recomienda extremar las precauciones y pedir a algún vecino que pase a recoger publicidad del buzón, no dejar las persianas bajadas y, como ocurre últimamente, no publicar en las redes sociales que estás fuera de casa. Cuanta menos información de su viaje haga pública, mejor.