Iñaki Zaragüeta

Ahora los Magos ¡qué pesadez!

La Razón
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El tema catalán se convertirá en una dosis Lo sé. Hoy España tiene un problema con Cataluña. Pero si los dirigentes separatistas continúan día a día con sus ocurrencias, terminarán por aburrirnos, dejar de ser noticia y desembocar en la decepción frustración de su viaje a ninguna parte. Ahora la Asamblea Nacional de Cataluña y Òmnium Cultural han lanzado la idea de acudir a la cabalgata de los Reyes Magos de hoy en Barcelona con esteladas y con unos farolillos especiales en los que brilla la citada enseña al encender la luz.

Bien. El día 6 todo será un recuerdo. Eso sí, la Generalitat habrá financiado los miles y miles de banderas y lucecitas –alguien se forrará de paso–para ofrecer una imagen rojigualda –por cierto, los mismos colores que la bandera de España–. Pasado el evento, ¿qué habrán conseguido? Nada. Tan sólo abusar de los miles y miles de barceloneses que quieren mantenerse en España pero que guardan silencio y no se les ocurre acudir al espectáculo navideño con el blasón nacional.

Para colmo del surrealismo, las entidades convocantes han acompañado su proclama «para pedir a los Reyes Magos la independencia de la República catalana». ¡Le piden a los Reyes el establecimiento de una República! El desiderátum.

Al parecer, algunos han hecho suya aquella frase de Curchill: «Nunca, nunca, nunca, nunca, nunca te rindas», sin percibir que ese «nunca» puede ser eterno para lograr el objetivo y que es un sinónimo de falta de ideas, de ausencia de imaginación.

Tengo la impresión de que el asunto catalán, mientras los promotores de la insurrección permanezcan ciegos, se convertirá en la dosis cotidiana que los españoles nos inyectaremos hasta hacernos inmunes. Así es la vida.