Guardia Civil

Cataluña, la hora de la Guardia Civil

La Razón
La RazónLa Razón

A los ciudadanos de a pie se nos hace difícil comprender la velocidad y decisión con que actúa el Estado y las Fuerzas de Orden Público cuando cometemos una infracción, no digamos ya un delito, y la inoperatividad del mismo cuando es un político o una institución como el gobierno autonómico de Cataluña el que lo hace. No entendemos, y por eso estamos desilusionados con el actual sistema, que en algunos lugares de España no se cumpla siempre la ley y que a algunos delincuentes no les pase absolutamente nada. Muchos ciudadanos pensamos que tenemos un estado de derecho de dos velocidades y que a la gente normal nos ha tocado disfrutar, como siempre, la parte más «chunga».

Todos los españoles esperamos que si Puigdemont y su camarilla, desobedeciendo la ley, quieren seguir adelante con su proyecto de cometer un delito tan importante como el de sedición, y todo lo que lleva unido, se le impida con todos los medios con que cuenta el Estado, incluido el uso legítimo de la fuerza. Sí, por la fuerza, ya que, visto lo visto, va a ser el único modo de que se cumpla la ley y se venza la sedición dado su largo historial de incumplimientos y desobediencias que todos conocemos.

Lo más normal sería que el delegado del gobierno en Barcelona, al frente de los mozos de escuadra, impidiese la consulta y detuviese a los delincuentes que, ya nos los han advertido, van a violar la ley.

¿Y si los mozos de escuadra se niegan? Cosa muy posible ya que son guardias «jurados» del cortijo ex-puyolista, pues que vaya la Policía Nacional y la Guardia Civil y que hagan que se restablezca el imperio de la Ley.

Si alguien entra en nuestra casa a robar o somos objetos de un tirón o una estafa en plena calle presentamos la denuncia, llega la policía, detienen al delincuente y a la cárcel a la espera de juicio. Pero es posible que, una vez más, desde Moncloa, al final, no se haga nada y nos digan que hasta que se saquen las urnas a la calle, se vote, se cuenten los votos y se difundan los resultados no hay delito y que además dependerá de cómo se haga. ¡Lo de siempre! Vamos a tener que ver la consumación de la violación para detener al violador y para más coña luego su abogado dirá que era consentida y puede que hasta el Supremo les dé la razón.

Todos esperamos que se cumpla la ley, que el Gobierno la haga cumplir sin favoritismo ni estúpidos miramientos que bordean la ilegalidad y la inmoralidad. Ha llegado la hora de la Guarda Civil y del artículo 155 de nuestra Constitución.