Marta Robles

¿De qué sería capaz?

La Razón
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Decía ayer mi compañera y amiga Inés Ballester, en el programa Amigas y Conocidas (TVE), que no sabía de qué sería capaz si la separasen de un hijo. Hablábamos de los secuestros de los propios padres, y su reflexión, espontánea y sincera, me hizo cavilar. ¿De qué sería capaz yo en el caso de que alguien me arrebatara a uno de mis hijos? Hay una joven desaparecida, ya lo saben. Tiene 18 años. Para muchos ya no será una niña. Pero para sus padres sigue siendo su bebé. Su pequeña. La misma cría por la que se desvivieron para que nunca le faltase nada y su vida fuera feliz.

Una noche de fiesta, un trecho a solas a las dos de la mañana, y ella desaparece con la duda, por desgracia razonable, de que un hombre, según dejó escrito en un mensaje, la estuviera reclamando. ¿Qué pasó? No se sabe. Pero sí se conoce la angustia de la familia. De los padres. De la hermana que escribe su dolor en su Facebook, donde llega a decir «quitadme todo lo que tengo, menos a ella». Me pregunto de qué serían capaces esos padres por recuperar a su hija.

Dicen que el Cielo no nos manda más de lo que podemos soportar, pero creo que no hay peor castigo ni carga más pesada de llevar que la de perder a un hijo. Yo perdí a uno de los míos unas horas. Miramos hacia otro lado, un segundo, y, de pronto, el niño no estaba. Dos horas de zozobra más tarde, tras rastrear todo el territorio, lo encontramos en una piscina, jugando con otros niños. Aún recuerdo la desesperación... Hubiera sido capaz de cualquier cosa.