Escarceos presupuestarios

La semana pasada tuvieron lugar en Bruselas los primeros escarceos en el debate sobre el Marco Financiero de la UE para el periodo 2021-27, aunque la negociación como tal no comenzará hasta que la Comisión Europea presente sus propuestas concretas a finales de mayo de este año. Luego llegarán las conversaciones en el Consejo de Ministros y en el Parlamento Europeo; sin embargo, el proceso no se cerrará hasta después de las elecciones a esta Cámara, que tendrán lugar en la primavera de 2019.

Hay bastantes posibilidades de que el dinero de la PAC sufra un «tajo» significativo, por lo que es necesario estar preparados para ello. Es la parte negativa del asunto. Del lado positivo se debe destacar que, en esta ocasión, la delegación española parece tenerlo claro y apuesta por defender la PAC en este proceso negociador. Lo dijo hace una semana en Bruselas el secretario de Estado de Presupuesto, Alberto Nadal, quien señaló que, para el Gobierno español, «los dos pilares básicos del presupuesto comunitario deben seguir siendo agricultura y cohesión». Algo es algo.

En este contexto se enmarcan otras dos declaraciones. La primera corresponde al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que se manifestó contrario a que haya recortes sangrantes para la PAC y la política de cohesión de ayuda a las regiones europeas más pobres, y anunció que tiene previsto proponer a los Estados miembros que aumenten su contribución a las arcas comunitarias, algo a lo que estos se han mostrado reticentes siempre.

Mientras tanto, su comisario de Presupuesto advirtió de que se deberán asumir «recortes impresionantes en algunos grandes programas». Y da la casualidad de que los dos programas más importantes son la PAC y la cohesión. Como se puede comprobar, una de cal y otra de arena por parte de la propia Comisión. Esto no ha hecho más que comenzar y en todo el proceso tendrán mucho que decir el nuevo Gobierno alemán y la posición de Francia, pero las cosas no pintan bien para el dinero de la PAC.