Constitución

Relevo en el PP catalán

La Razón
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El Partido Popular de Cataluña prepara el relevo de su actual candidata a la Generalitat de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, para afrontar con un nuevo liderazgo unas elecciones autonómicas que Artur Mas se empeña en plantear como un desafío a la estabilidad constitucional y a la convivencia misma de los catalanes. Vaya por delante que la presidenta del PPC ha hecho una excelente gestión en unos momentos de máxima dificultad, con su partido convertido en el principal objetivo a batir por los independentistas y la izquierda populista, que no han dudado en llegar hasta el puro acoso político a la hora de minar a la única formación que defiende en todo el territorio nacional, sin equívocos ni matices vergonzantes, la unidad de España y la igualdad de derechos de todos los españoles. Alicia Sánchez-Camacho merece, pues, el reconocimiento y la gratitud de sus compañeros de partido, con el presidente Mariano Rajoy a la cabeza, y no nos cabe la menor duda de que será requerida para otras responsabilidades en la acción pública y que, por su parte, no regateará el más mínimo esfuerzo para apoyar a su sucesor ante el difícil reto de mantener al Partido Popular catalán como principal referente de la Cataluña constitucional. Cuentan los populares con el bagaje de la buena gestión del presidente del Gobierno frente a la actuación irresponsable de la Generalitat de Cataluña. Una gestión firme e inteligente en defensa de la Ley y de los derechos ciudadanos y de una gran sensibilidad hacia los catalanes, que no ha cedido a los cantos de sirena de quienes señalaban atajos que casi siempre devienen en intransitables, y que ha contribuido en buena parte, como demuestra el último sondeo de intención de voto publicado por LA RAZÓN, a que la opción separatista de Artur Mas y Oriol Junqueras concite el rechazo de la gran mayoría de los votantes. Unas credenciales que deberían ser más que suficientes para que el PPC obtenga en las próximas elecciones un resultado acorde a su papel de garante de la estabilidad institucional y la convivencia de todos. Frente a la dispersión del voto constitucionalista que representa Ciudadanos, el adversario natural de los populares, el sucesor de Alicia Sánchez-Camacho debe liderar un proyecto que, lejos de los interesados estereotipos fabricados por quienes pretenden la descomposición de Cataluña, ponga en valor la realidad de un partido de centro derecha moderno, defensor de las libertades individuales, comprometido con el modelo territorial del Estado, es decir, con la España autonómica que consagra nuestra Constitución, y que ha sabido afrontar la peor crisis que ha vivido Europa en los últimos tiempos hasta devolver la economía española a la senda del crecimiento. Ése es el PP que se presenta en Cataluña y no la maledicente caricatura que los separatistas dibujan de él.