Religion

El Papa afronta en su viaje a Chile las críticas a la Iglesia por casos de abusos

Está previsto que se reúna con indígenas además de víctimas de la dictadura de Pinochet

Manifestantes en Santiago de Chile piden la renuncia del obispo, al que acusan de encubrir abusos sexuales
Manifestantes en Santiago de Chile piden la renuncia del obispo, al que acusan de encubrir abusos sexualeslarazon

Está previsto que se reúna con indígenas además de víctimas de la dictadura de Pinochet.

El Papa regresa a América Latina después de visitar Colombia el pasado mes de septiembre. Esta vez le toca el turno a Chile y Perú, dos países declarados católicos, donde la corrupción política está a la orden del día y el prestigio de la Iglesia se ha tambaleado a causa de varios casos de abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia.

Francisco conoce muy bien ambos países: a Chile porque vivió allí, durante su formación como jesuita. En Perú no ha residido, pero lo ha pisado en varias ocasiones. Son dos países a los que aprecia. Pero, ¿qué le lleva hasta ambos? Muchos aún no entienden que el Papa siga sin visitar su patria, Argentina. Aunque durante el vuelo desde Roma a Chile sobrevolará su tierra y enviará un telegrama de saludo, no está previsto que vuelva a pisar suelo argentino. La razón, en parte, sería el uso político que de él han hecho los dirigentes de su país. Hace tan sólo unos días, el portavoz de los obispos argentinos, Jorge Oesterheld, reconoció a «Radio Mitre» que «es doloroso que pase por arriba nuestro y aterrice en otro lado. A los argentinos nos cuesta digerirlo, pero tenemos que tener confianza [...] Está buscando el momento, tiene una agenda complicada».

En Chile, Francisco tendrá que encarar un grave problema: el desprestigio en el que ha caído la Iglesia a raíz de algunos sonados casos de abusos sexuales. Por lo general, la población cree que la Iglesia no ha sabido responder con celeridad y contundencia. «Latinobarómetro» ha lanzado una encuesta en la que se refleja la opinión sobre el Papa, de los mayores de edad, en 18 países de América Latina. Los resultados corroboran la mala percepción tienen de él en Chile, entregándole la peor nota de la región: un 5,3 frente al 6,8 de Perú. El porcentaje de católicos en Chile bajó del 74% en 1995, al 45% en 2017 y según el estudio, esta disminución coincide con el «Caso Karadima», en referencia al sacerdote Fernando Karadima, denunciado por abusos y hallado culpable por la Santa Sede. Ahora, Francisco intentará «sanar» las heridas del pueblo chileno. Aunque no está en el programa que se reúna con las víctimas, el portavoz del Vaticano, Greg Burk, afirmó que «no es imposible» puesto que «es un tema importante».

También en Chile, existe otro problema: las reivindicaciones del pueblo mapuche de Araucanía, que reclaman derechos sobre las tierras que les fueron arrebatadas en 1880. Ahora, intentan revertir la situación con protestas en las que queman iglesias católicas. El viernes pasado, a tan sólo tres días de la llegada del Papa, tres iglesias sufrieron ataques. Los violentos dejaron mensajes amenazantes para el Pontífice: «Papa Francisco, las próximas bombas serán en tu sotana». Esta es la principal razón por la que Francisco acudirá hasta Temuco el día 17, donde celebrará una misa y almorzará con algunos habitantes de la Araucanía. En algunos momentos estará acompañado por la presidenta Saliente Michelle Bachelet, que durante su mandato ha aprobado leyes como la del aborto. También está previsto que salude al nuevo presidente Sebastián Piñera. Ya el jueves 18 se trasladará hasta Perú. Aquí visitará Lima, Trujillo y Puerto Maldonado. En este último, los protagonistas serán los indígenas de la Amazonia, quienes han expresado su satisfacción. Perú se ha enfrentado también a casos de abusos sexuales, pero sobre todo a la corrupción política. Destaca en especial el escándalo «Odebrecht» que involucra a los últimos cuatro presidentes del país, incluido el actual, Pedro Pablo Kuczynski, quien hace apenas unas semanas fue objeto de una moción de censura. En Trujillo, el Papa celebrará una misa y tendrá muy presente a las numerosas víctimas mortales de las grandes inundaciones de los últimos meses.