NASA

Una luna de Saturno podría albergar vida

Científicos de la NASA descubren hidrógeno en el océano de Encédalo, ingrediente clave para la habitabilidad.

La luna Encélado
La luna Encéladolarazon

Científicos de la NASA descubren hidrógeno en el océano de Encédalo, ingrediente clave para la habitabilidad.

La NASA arrancaba su rueda de prensa con una única pregunta: «¿Hay vida más allá de nuestro planeta?». Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la misión científica de la NASA, lanza esta pregunta a los científicos. No es baladí. Con esta sugestión daba pie al anuncio que llevan años esperando: la agencia espacial norteamericana ha encontrado signos de que una luna helada de Saturno podría albergar vida. Se llama Encélado y la misión Cassini ha encontrado en ella elementos químicos claves para su habitabilidad.

Como recogen en un artículo publicado en «Science», en 2015, durante la inmersión más profunda de la nave Cassini en la columna de vapor que emana de las grietas en la región polar sur de este satélite de Saturno, cubierta de hielo, sus instrumentos detectaron la presencia de hidrógeno molecular en el vapor. Tras dos años de estudios, los principales responsables de esta sonda llegaron a una única conclusión: la única fuente plausible de este elemento básico para la formación de vida son las reacciones hidrotermales entre las rocas calientes y el agua en el océano que existe bajo la superficie helada de esta luna. «Esto es lo más cerca que hemos estado de identificar un lugar donde se concentren todos los ingredientes necesarios para la existencia de vida», añade Zurbuchen. La presencia del hidrógeno en el océano de Encédalo significa que los microbios –si es que existen en este astro– podrían usarlo para obtener energía al combinarlo con el dióxido de carbono presente en el agua. Esta reacción química es conocida como metanogénesis, que no es más que la formación de metano por parte de seres vivos. En el caso de nuestra Tierra, los microbios son los principales responsables de este proceso.

La vida, tal como la conocemos requiere tres compuestos primarios: agua líquida, una fuente de energía para el metabolismo y los elementos químicos correctos que serían, principalmente carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre. Así, Encélado cuenta con muchos de estos requisitos para que exista vida. Cassini aún no ha demostrado que el fósforo y el azufre estén presentes en este océano, pero los científicos sospechan que sí que están, ya que creen que el núcleo rocoso de esta luna es químicamente similar a los meteoritos que contienen los dos elementos. «La confirmación de que la energía química para la vida existe dentro del océano de una pequeña luna de Saturno es un hito importante en nuestra búsqueda de mundos habitables más allá de la Tierra», afirma Linda Spilker, investigadora de la misión Cassini dentro del Jet Propulsion Laboratory de la NASA.

De las más de ocho batidas que ha realizado la sonda, los científicos han determinado que casi el 98 por ciento del vapor del chorro analizado es agua, mientras que un 1 por ciento es hidrógeno y el resto es una mezcla de otras moléculas, incluyendo el dióxido de carbono, el metano y el amoniaco.

Cassini no fue diseñada para localizar signos de vida extraterrestre. Es más, los científicos desconocían la existencias de estas grandes columnas de vapor antes de enviar la nave a Saturno. «Aunque no podemos detectar vida, hemos descubierto que existe una fuente de alimento para ella. Es como si hubiéramos dado con una tienda de chucherías para los microbios», asevera Hunter Waite, autor principal del estudio de Cassini.

Pero la NASA no sólo tiene nuevas evidencias en Saturno, también ha hecho público una nueva investigación realizada por el telescopio Hubble en Europa, una luna de Júpiter. Ha detectado un chorro de vapor que se eleva 100 kilómetros. Los investigadores ya especulan que, al igual que en Encédalo, este nuevo chorro podría evidenciar la existencia de agua en su interior.