Pekín

SJ-10, el satélite chino que vuelve solo a la Tierra

El satélite SJ-10
El satélite SJ-10larazon

El programa espacial chino lanzó en la madrugada de hoy el satélite de investigación científica SJ-10, que conducirá experimentos en el espacio y está programado para regresar a la Tierra para que sus resultados sean posteriormente analizados, informa Efe.

Propulsado por cohetes Larga Marcha 2D, el aparato partió en las primeras horas del día de la base de lanzamiento de Jiuquan, en el desierto de Gobi (noroeste de China), informaron la agencia oficial de noticias Xinhua y la televisión estatal CCTV.

En el espacio, el SJ-10 llevará a cabo experimentos para analizar fenómenos como la física de fluidos o la combustión en ambientes de microgravedad, así como efectos de la radiación y pruebas de biotecnología.

En términos más concretos, se comprobarán los efectos de la microgravedad en embriones de ratón, de cara a una futura investigación de la reproducción humana en el espacio, o las consecuencias de la radiación espacial en los genes de la mosca de la fruta o en células de rata.

Los experimentos se seleccionaron de un total de 200 sugerencias de científicos del país, y entre ellos hay uno en colaboración con la Agencia Espacial Europea para analizar la combustión y formación de partículas contaminantes del carbón en microgravedad, con el fin de mejorar el conocimiento de las energías no renovables.

«Los experimentos nos pueden permitir alcanzar grandes logros en investigación académica», señaló el jefe científico de la misión, Hu Wenrui, quien señaló que algunas de las pruebas no se han llevado a cabo antes en el espacio.

El SJ-10 es el segundo satélite científico de un total de cuatro que se planean lanzar para estudios de la Academia China de Ciencias, y es el único de ellos que regresará a la Tierra, aunque el país ya ha enviado antes al cosmos otros 24 aparatos recuperables de este tipo.

El SJ-10 tiene previsto aterrizar en Mongolia Interior (norte de China), también lugar habitual de llegada de las misiones chinas tripuladas (las naves Shenzhou).

EFE