Educación

Alejandro Tiana: «Nuestros universitarios tienen éxito en su inserción laboral en otros países, no estamos haciendo las cosas mal»

Alejandro Tiana Ferrer / Rector de la UNED

La Razón
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Alejandro Tiana Ferrer, actual rector de la UNED, se encuentra en plena campaña al Rectorado de la Universidad con más alumnos de Europa por el número de alumnos matriculados.Su objetivo es seguir liderando la transformación de la institución con un número de estudiantes que continúa creciendo, pese a la proliferación de universidades on line. Es partidario de la financiación de las universidades por la vía de los contrato-programa y apuesta por no descuidar su dimensión internacional.

- ¿Qué cambiaría en la UNED ahora que tiene la posibilidad de salir reelegido como rector?

Estoy convencido de que la UNED ha sabido adaptarse a las nuevas necesidades y demandas, así como al cambio de las tecnologías que sirven de base para la enseñanza y el aprendizaje, hemos experimentado avances importantes en estos últimos años, pero necesitamos continuar dando pasos en esa dirección. Me gustaría, por ejemplo, desarrollar una oferta renovada de formación permanente, dando respuesta a las nuevas necesidades formativas que se manifiestan, tanto en el plano personal como en el profesional y laboral. Querría también renovar nuestra metodología didáctica, para extraer mayor provecho de la transformación digital que se está produciendo y que afecta a los modos de enseñanza y aprendizaje. Pretendo conseguir una mayor presencia de la UNED en el ámbito de la I+D+i. Y también me gustaría aumentar los servicios que prestamos a nuestros estudiantes, que al fin y al cabo son nuestra razón de ser.

- Uno de los aspectos más preocupantes para las universidades es la financiación. ¿Tiene alguna fórmula que permita mejorar las cuentas de la UNED?

En caso de ser reelegido como rector, me propongo negociar con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte un contrato-programa, como el que han firmado otras universidades con sus autoridades educativas autonómicas. Ello nos permitiría establecer un marco económico plurianual, en el que supiésemos cómo puede evolucionar la financiación pública que recibimos. E implicaría contar con algún sistema de incentivos, de financiación adicional obtenible a cambio de cumplir determinados objetivos, así como de inversiones en infraestructura, para poder acomodar nuestras previsiones de manera realista. Es este un modelo transparente, que permite rendir cuentas de los recursos públicos que recibimos y que nos da la posibilidad de planificar estratégicamente y no actuar solamente a corto plazo. Por eso defiendo este modelo, que en realidad ya hemos planteado a nuestras autoridades de tutela.

- ¿Por qué es tan importante la internacionalización para su universidad? ¿Qué proyectos tiene en este ámbito?

Las universidades tienen hoy una dimensión internacional que no pueden descuidar. Y la UNED ha venido cultivándola, manteniendo relaciones estrechas con otras universidades, no solo a distancia y virtuales, fundamentalmente en el área europea e iberoamericana. Tenemos, pues, una experiencia acumulada que constituye una buena base. Pero la tendencia hacia la internacionalización de las universidades se ha intensificado en los últimos años y no podemos quedarnos al margen de esa aceleración. En mi opinión, no se trata tanto de ofrecer nuestros servicios actuales a personas de otros países, por más importante que esto también sea, sino de colaborar con universidades e instituciones de otros países para desarrollar programas conjunto. Ya lo estamos haciendo, por ejemplo, participando en la formación de docentes ecuatorianos, pero debemos intensificar este tipo de actuaciones.

- ¿La proliferación de universidades on-line está restando alumnos a la UNED?

Pues la verdad es que nuestra matrícula se está manteniendo, mientras que las universidades en línea crecen. En mi opinión, eso indica que el número potencial de estudiantes de esta modalidad continúa creciendo. Hay más personas que consideran este tipo de modalidad como una posibilidad real para continuar su formación.

- ¿Cuántos alumnos consiguen graduarse en su universidad cada año?

La verdad es que el número es muy elevado, puesto que tenemos una oferta académica muy amplia. Ofrecemos 27 grados, más de 70 másteres, 19 programas de doctorado, más de 500 cursos de formación permanente, 13 idiomas y abundantes cursos de extensión universitaria. En conjunto, son más de doscientos mil estudiantes los que confían cada año en nosotros para su formación. Las tasas de terminación son muy variables de unos grados y programas a otros, pero en conjunto son bastantes miles de personas al año quienes obtienen títulos oficiales y propios de la UNED.

- Después de la adaptación a Bolonia. ¿Qué nuevas mejoras tendrían que introducirse?

La adaptación a Bolonia nos ha supuesto poner en marcha los cursos virtuales para todas las materias de todas las titulaciones. Lo hemos hecho bien, en un plazo corto y satisfactoriamente. Pero no basta con eso. Las tecnologías se van renovando continuamente y abriendo nuevas posibilidades que debemos aprovechar. La UNED ha sido pionera y es líder en el desarrollo de la enseñanza semipresencial y ahora ese liderazgo exige enriquecer el modelo de cursos virtuales y reforzar una metodología que permite adaptarse de forma flexible a la diversidad de demandas de los estudiantes y de estilos de estudio. El desarrollo de formas flexibles de estudio semipresencial con una metodología mixta es nuestro empeño actual.

-¿Es partidario de reducir la oferta de títulos en las universidades y tender hacia una especialización?

Es posible que eso sea una opción para otras universidades, aunque no necesariamente para la UNED. Atendemos a unos estudiantes que han elegido nuestra universidad debido a sus características y no debiéramos desatender sus demandas. El conjunto de títulos que ofrecemos responde a lo que se nos pide y debemos continuar prestando ese servicio. En el sistema universitario español hay universidades más especializadas y otras que lo son menos. Considero que hay espacio para todas. Lo importante es la calidad de la formación que ofrecen y no tanto su especialización.

- ¿Es partidario del modelo 3+2 o del 4+1 para las titulaciones universitarias?

Personalmente, creo que pueden existir títulos de grado de 4 años y otros de 3, no todas las formaciones posibles tienen por qué tener la misma duración. Pero lo que no entiendo es que una misma formación pueda alcanzarse con planes de estudio tan diferentes que puedan implicar diferencias de duración de hasta una tercera parte. Y esa además no es la experiencia de otros países. Si la formación de un determinado profesional tiene que asegurar que desarrolla determinadas competencias, no veo cómo se puede justificar que tenga una duración tan diferente. En ese caso, hay algo que falla y la sociedad no entendería la diferencia.

- ¿Qué debilidades y fortalezas aprecia, en general, en la educación española?

Creo que en los últimos 50 años hemos experimentado avances muy importantes. Cuando yo estudiaba, tan solo una cuarta parte de la población superaba la reválida elemental y ahora es una proporción mayor la de quienes llegan a la educación superior. Y además nuestros titulados tienen éxito en su inserción en países muy exigentes hacia los titulados. Lo que quiere decir que no estamos haciendo las cosas mal. Otra cosa es que tengamos tasas de fracaso escolar mayores a las exigibles y que haya una parte de nuestra población que no alcanza los niveles formativos necesarios. Tenemos espacio para la mejora, sin duda. Pero eso no significa que no hayamos progresado muy notablemente.

- ¿Cree que vivimos un momento propicio para que pueda conseguirse un pacto educativo?

La verdad es que me gustaría decir que sí, pero no estoy tan seguro. Existe una demanda creciente de acuerdos en materia de educación, pero también se aprecian dificultades y riesgos para hacer realidad ese deseo. Quizás si actuamos de manera realista y pragmática podamos encontrar más áreas de acuerdo que si pretendemos lograr unanimidades que son imposibles de alcanzar. Y sinceramente creo que encontrar acuerdos acerca de la educación superior no debiera resultar muy difícil.