Ciudad Real

Los atendidos por legionela en Manzanares se reducen a la mitad en 24 horas

El número de personas atendidas por legionela en el Hospital de Manzanares se ha reducido en un 50 por ciento en las últimas 24 horas, lo que ha disminuido la presión asistencial del centro, probablemente porque está terminando el periodo de incubación de la enfermedad, que acaba mañana. Así lo han indicado hoy el alcalde de Manzanares, Julián Nieva y el director general de Salud Pública de Castilla-La Mancha, Manuel Tordera, que han confiado en que el número de casos vaya remitiendo a pesar de que el número de afectados por el brote de legionela haya subido a 171 personas, de las que dos han fallecido.

Del total de afectados, 35 personas están hospitalizadas, de ellas cuatro en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Ciudad Real y otra en la UCI del Hospital La Mancha Centro de Alcázar de San Juan. En rueda de prensa, Nieva ha valorado la reducción del número de atendidos en el Hospital en 24 horas y ha comentado que, según los expertos, la mortalidad por legionela oscila entre el 5 y el 10 por ciento "mientras que, afortunadamente, el porcentaje en Manzanares se ha situado en un 1,4 por ciento".

Nieva ha tenido palabras de recuerdo para los fallecidos, ha trasladado sus condolencias a sus familiares y ha expresado su apoyo al resto de afectados. El regidor ha añadido que respeta la apreciación de los vecinos de Manzanares de "que no se ha dado toda la información que se debiera", pero ha considerado que en un asunto como éste "hay que administrarla con rigurosidad y seriedad".

Asimismo, ha apuntado que se trata de una situación sobrevenida a la política local y ha calificado de "irresponsable"la actitud de los concejales del PP, que abandonaron el pleno que celebró anoche el Ayuntamiento, a los que ha acusado de "querer hacer política del sufrimiento de la gente".

Por su parte, Tordera ha apuntado (al igual que han confirmado a Efe fuentes hospitalarias) que anoche ya se empezó a registrar menos presión asistencial y lo ha atribuido a que se está acabando el periodo de incubación de la enfermedad, que concluye mañana.

No obstante, Tordera ha explicado a Efe que podría aparecer algún caso más durante los próximos días, porque los pacientes suelen ir al hospital cuando tienen más de un síntoma y no cuando empiezan a padecerlo.

Tordera ha pedido tranquilidad a los vecinos de Manzanares y ha informado que algo más de un centenar de posibles focos de contagio de la enfermedad se cerraron entre el 12 y el 14 de diciembre, aunque la vigilancia es permanente para prevenir cualquier eventualidad. Ha confirmado que todas las analíticas de las muestras recogidas en estos puntos (sistemas de refrigeración y aire acondicionado, fuentes y riesgos por aspersión) han dado negativas, excepto dos que corresponden a una fuente ornamental cercana a la estación de autobuses, y una torre de refrigeración de una empresa situada en las inmediaciones, en el polígono industrial.

"Estamos en la fase de confirmar si en los cultivos de las muestras de esos dos focos hay células y, en el caso de que las hubiera, poder genotiparlas (identificarlas) y compararlas con las que tienen los enfermos", ha aclarado.

Asimismo, ha reiterado que la enfermedad no se contagia de persona a persona, sino por inhalación, por lo que ha asegurado que es prácticamente imposible que con los focos cerrados pueda haber más casos positivos. Tordera ha felicitado a los profesionales por la labor que están desarrollando los técnicos y el personal sanitario de la Consejería de Sanidad y del Servicio de Salud Pública de Castilla-La Mancha (Sescam), especialmente los del Hospital de Manzanares, que son los que están soportando mayor presión asistencial por el brote de legionela más virulento de la historia de la región.