Ciencia y Tecnología

Crean un sistema para detener «a distancia» un coche

Interfiere en componentes esenciales de los vehículos y puede obligarlos a aminorar la marcha y detenerse

Una de las pruebas del nuevo sistema realizadas en carretera
Una de las pruebas del nuevo sistema realizadas en carreteralarazon

La tecnología puede hacer realidad el sueño de todo agente de tráfico: que cualquier vehículo al que se le dé el alto se pare en el arcén, al margen de que el conductor esté por la labor o no de cumplir la orden. Un proyecto financiado por la Unión Europea ha desarrollado un prototipo de dispositivo —después de ensayar con distintas señales (microondas y pulsos magnéticos)— que interfiere en componentes esenciales de los vehículos y puede obligarlos a aminorar la marcha y detenerse.

SAVELEC (Safe control of non cooperative vehicles through electromagnetic means), que así se llama esta iniciativa, ya se ha probado en carretera, con resultados satisfactorios, en experimentos en los que han participado tanto conductores como agentes del orden. Aún serán necesarias más pruebas para conseguir su aplicación práctica, pero sus diseñadores ya han destacado el plus de seguridad que supondría la puesta en práctica de este sistema.

Para desarrollar la tecnología, primero se evaluó en un banco de pruebas qué componentes del vehículos son los más idóneos para dirigir las interferencias a distancia. De esta forma, se midió la frecuencia de las señales, la forma de onda y la duración, principalmente de pulsos electromagnéticos (EMP) y microondas de alta potencia (HPM), para determinar cuáles podían desbaratar con mayor eficacia el funcionamiento de los componentes electrónicos de un vehículo, según detalla la agencia de la UE Cordis.

La capacidad del prototipo, según sus creadores, superó las expectativas. «Demostró la funcionalidad del dispositivo al completo con un vehículo que se desplazaba por una pista al aire libre —informó la coordinadora del proyecto, Marta Martínez Vázquez—. Nuestras expectativas iniciales eran conservadoras; tan solo demostrar un subsistema del dispositivo, o como mucho el sistema completo, pero con un vehículo inmóvil».

En el entorno simulado, el equipo del proyecto también examinó el efecto más amplio de la tecnología sobre humanos y materiales. Por ejemplo, estudió las reacciones del conductor tras perder el control del vehículo en seis situaciones distintas (entre ellas velocidad elevada, tráfico denso y carreteras estrechas) con la participación de más de setenta voluntarios.

Se hizo también una revisión bibliográfica de resultados anteriores para evaluar la probabilidad de explosión del depósito de combustible a consecuencia de la exposición a campos electromagnéticos y también de daños a los airbags.

Asimismo, se examinaron tres situaciones distintas de exposición a pulsos electromagnéticos en referencia a peatones y transeúntes, al conductor y al operario del dispositivo, a fin de fijar los límites de seguridad.

Después de la prueba de concepto

Un resultado fundamental del proyecto fue una propuesta de marco normativo dentro del cual podría funcionar esta tecnología. En ella colaboraron fuerzas de seguridad europeas y un comité de ética independiente. Dicho marco es compatible con la legislación europea y garantiza la seguridad de todos aquellos expuestos al electromagnetismo.